Soy nieta e hija de gente de Miraflores. Mi madre era de aquí. El recuerdo de los veranos de mi infancia, son de las calles, de los campos, de las historias del pueblo que me contaban mi madre, mi abuela…Ahora tengo mi propia casa. Me considero de Miraflores

¿Cuál es su formación?
Soy maestra y licenciada en Geografía e Historia. Hice cursos de antropología, de museología, y de archivista, porque siempre he tenido un interés especial en entroncar mis raíces con la actualidad. Y buscar una explicación a todo lo que hacían nuestros mayores. Yo tengo una memoria bastante buena desde niña; he hablado siempre con más gente mayor, que con niños de mi edad. Siempre me ha encantado escuchar las historias que me contaban mi madre, mi abuela, mis abuelos, mis vecinos. Eso es lo que me ha hecho querer estudiar desde un nivel más académico, todos esos relatos.
¿Tu pasión por el pasado como surge?
Desde mi profesión de Maestra -en pueblos de Toledo primero y luego de la provincia de Madrid- tuve ocasión de percibir que ya en esos años 70-80 se había perdido bastante la conexión con el mundo rural, nuestros precedentes inmediatos, y esa desconexión -casi desprecio y ruptura en muchos casos- no era buena para la educación y el equilibrio de las personas en general , y de nuestros adolescentes en particular. Así que empecé a prepararme y estudiar y practicar esos temas: en todos los Colegios e Institutos en los que he ejercido me he ocupado de organizar excursiones, visitas a museos, trabajos sobre el entorno, viajes escolares, etc.
Sobre todo desde el año 78 en que estuve de maestra y que desde siempre, considero mi pueblo… Comprobé que aquí, como en otros muchos lugares, a veces «los de fuera» conocían mejor historias y rincones de su paisaje que los propios, siempre refiriéndonos a los jóvenes y nuevas generaciones; porque nuestros mayores sí que aman y recuerdan su pasado, a sus antepasados, y son ellos los que guardan con cariño esos objetos que exponemos aquí ahora.
A qué se dedica Ecos de Miraflores
Ecos de Miraflores es una asociación cultural que lleva funcionado 4 años: naturaleza, música, literatura y de Patrimonio. Yo cuando me incorpore estaba muy interesada en la conservación, o más que conservación, porque está bien conservado en el interior de las casas, poner en conocimiento de todo el mundo, lo que había, lo que hay y el futuro de todo eso. Muchas de las actividades que se hacían entonces realmente se pueden recuperar, pueden ser puestos de trabajos nuevos. Volver a hacer el Requesón de MIraflores, que mucha gente sigue preguntado por él,
¿Esta exposición como surge?
La asociación tiene como proyecto de futuro próximo crear un museo de Artes y Tradiciones de Miraflores. Yo ya presente un proyecto en 2003 al Ayuntamiento. Este es un paso intermedio. Ya que pensamos que ir haciendo exposiciones que invitarán a la gente a verlos, y a verse reflejados en esas piezas y, a que colaboraran en el proceso de creación del museo. Acaba de venir una persona mayor del pueblo, que se ha ido entusiasmada y que seguro, traerá a sus amigas.
¿Qué tipo de piezas hay?
Hay de todo. Hay piezas de artesanías, hay herramientas de todos los oficios tradicionales de MIraflores: de hortelanos, de ganaderos, de mieleros, de fabricantes de quesos…
¿Hay alguna pieza que te haya sorprendido?
Quizás los cestillos, que se llaman encellas (en forma de vaso), del requesón. Es algo que ha desaparecido que no se fabrica en ningún sitio. Las fresas se metían en unos cestos ovalados que se llaman escusas. El cultivo del fresón me interesa especialmente, porque mi abuelo parece que fue uno de quien lo introdujo en MIraflores. Eran muy famosos en Madrid, mandando varios carros a la ciudad diariamente en la primavera. Hay fotos muy bonitas, de mujeres, recogiéndolos.
¿Las piezas las han donado?
Todo lo que tenemos expuestos y más cosas que no podemos mostrar por falta de espacio, nos lo han dejado. Aunque nos han dicho, que si en vez de una exposición temporal fuera para el Museo lo donarían.
Yo creo que estamos en un momento muy bueno, porque la gente mayor ve que se valora esto, que sus nietos escuchan con atención las historias que les cuentan, que sus hijos ya no lo conocieron, porque rompieron con esa historia rural. Hay una nostalgia por parte de los mayores y, un gran interés muy aprovechable, por parte de los niños. Ahora hay que meter a los jóvenes.
Es la historia del pueblo que no está en los libros. Hace poco se presento un disco-libro que recogía las canciones e historias de vecinos de MIraflores, Nieves Pascual y Rosa María Frutos, trabajando con Chema Fraile. Y por desgracia muchos ya habían fallecido por edad, pero estaban sus hijos y nietos. Aquí había una rondalla, que desapareció porque los hijos no continuaron.
El museo tiene que ser algo vivo, algo que invite a recuperar cosas.