Federico Eguía nació en Puebla, En 1953, cuando la distancia a Madrid no se media por kilómetros, sino por tiempo. En la capital se formó, trabajo como librero y desarrollo su pasión por la pintura, por la escultura. Su buen talante, que se muestra en el Valle de los Sueños, le sirvió para establecer buenas relaciones.

Un chico de la Puebla: escultor, pintor….un hombre del arte
Soy escultor y pintor. Yo con trece años empece a pintar, y siempre con más o menos intensidad he estado haciendo cosas hasta ahora. Aunque la vida me la gane como librero
¿Cuándo salió el artista?
Siempre estuvo ahí, pero mis primeras exposiciones individuales datan de 1988, en el Aula de cultura de Caja Madrid en Alcalá de Henares. La siguiente fue en1990 en la antigua Biblioteca de Buitrago de Lozoya. Desde entonces en proyectos individuales o colectivos no he parado. Ha habido una trayectoria importante de exposiciones individuales en ciudades tanto Españolas como Europeas, así como exposiciones colectivas y en ferias desde Japón, EEUU, Europa etc.
¿Cómo surge el proyecto del Valle de los Sueños?
El proyecto Valle de los Sueños surge en el año 96, entre otro par de escultores, cuando hacemos un taller de escultura Antonio Garza y Karfer. Entonces nació la idea de sacar el arte de los museos y ponerlo en medio de la naturaleza, aprovechando esta naturaleza tan exuberante y tan bonita. En 1997 hicimos una propuesta, con un proyecto a 20 años, que presentamos al Ayuntamiento. El proyecto ha superado ese periodo temporal.
¿Qué aporta al pueblo?
Este proyecto atrae mucho turismo, y turismo de calidad. Además damos repercusión a la sierra y a este valle que siempre ha estado bastante aislado. Y a que su atractivo natural, sume el arte. El ritmo del arte, tranquilo, paseando. Ahora que estoy jubilado veo a gente viéndolo: de Cadiz, Valladolid, Barcelona.
¿Cómo han respondido los vecinos?
El pueblo ha respondido siempre estupendamente. Yo siempre me acordaré de los inicios, que estaba todo por hacer, esto que era un sueño, había vecinos que venían y me decían «oye. Federico la escultura está la cartela la tienen un poco estropeada», siempre han estado pendientes.
El deterioro natural, la patina que da el tiempo a las obras que están al aire libre. Vandalismo, hemos tenido suerte y la gente que ha venido ha sido muy respetuosa. Poner arte contemporáneo en un pueblo pequeño con su tradición y la laboriosidad de sus gentes, pero no tienen esa cultura de arte.
Puebla-Japón ¿una relación algo desigual?
El pueblo está unido con Japón. Es un proyecto que surgió a través de Alfonso Gonzalez Calero, mi galerista desde hace mucho tiempo en Madrid, el tiene mucha relación con Japón, expone a muchos artista de aquel país. Vino el presidente de la asociación cultural Reijinsha, me invitó a que le presentará el proyecto del Valle de los Sueños, cuando estaba todo por hacer; se lo presente, llego a venir a Puebla, en un día de mucho frío recuerdo y el proyecto salió adelante. De hecho todos los años no donan una escultura.
Cada dos años se hace una bienal en el Círculo de Bellas Artes, que acuden cerca de 200 artistas del Japón, y una de las acciones es venir a Puebla.
¿Hay un límite al Valle de los Sueños?
Puebla es uno de los pueblos con más territorio de la Comunidad de Madrid. El Valle de los Sueños no tiene limites, se pueden hacer intervenciones dentro del bosque interesantes, ahora es un pueblo de arte.
Son piezas que se integran en el paisaje, salvo alguna excepción que se nos ha podido escapar. Pretendemos que se funda, que se sintetize en el paisaje urbano y natural de Puebla. El entorno es uno de los valores añadidos. La simbiosis entre naturaleza y arte es importante
¿Cuánta obras se pueden ver?
Hay 112 obras en la calle, que se complementa con el Museo de Arte Contemporáneo, un museo del dibujo con obras gráficas y grabado de los principales artistas del siglo XX, como puede Picasso, Antonio López, Tapies, Chillida, Arroyo, Barceló,
Y dibujos del s. XVIII, de Alejo Vera, dibujos preparatorios para una de las capillas más grandes de Madrid
¿No estabas jubilado?
Yo me jubilado de mi profesión de librero; de la creación, del arte, no nos jubilamos nunca.