Amigos de la Tierra celebra la declaración en el Congreso de los Diputados del nuevo Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, aunque exige un profundo replanteamiento de los límites, la gestión y los recursos destinados a la protección de la Sierra. Es urgente rediseñar los usos y la planificación de este territorio.
Para Amigos de la Tierra ni el proceso de creación del Parque Nacional, ni los límites o los propósitos para los que se ha creado, son aceptables. La declaración deja fuera zonas de gran interés para su conservación cediendo ante los intereses de los promotores inmobiliarios y otras empresas. La organización recuerda entre otras carencias, el reducido tamaño del Parque y los estrechamientos en el Puerto de Navacerrada y la cumbre del Alto de las Guarramillas, para permitir la unión ilegal de las estaciones de esquí sin ningún tipo de criterio de conservación de la naturaleza.
A su vez, desde la organización denuncian el proceso de aprobación de esta área protegida. Tras 15 años de un lento y laborioso proceso de tramitación, se ha aprobado como Parque Nacional sin consenso, con un cambio de nombre muy propio de la falta de espíritu conservacionista del Parque. Se han concedido cesiones a constructores y madereros, generando conflictos, siguiendo líneas dictatoriales de otros tiempos, con ataques a los grupos ecologistas por expresar su rechazo a un Parque Nacional mal diseñado, que deberá corregirse más temprano que tarde.
Aunque como trámite solo queda el paso por el Consejo de Ministros y la firma del Rey para su publicación en el BOE, ya no se recogerán más modificaciones, y Amigos de la Tierra exige desde ya mismo, otro diseño de Parque Nacional, más amplio, bien dotado de recursos humanos, materiales y económicos, que recoja las actividades y usos tradicionales sostenibles. Asimismo su planificación futura debe responder a criterios acordes con la ciencia de la conservación y no con los intereses económicos asociados a los grupos políticos.
«Solicitamos a la Comunidad de Madrid que realice la agregación plena y sin retroceso en los niveles de protección, con la reconversión del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y
su total incorporación a la zona periférica de protección. A su vez urge la declaración de las figuras legales que complementen debidamente la declaración del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Por otra parte se debe realizar con la mayor premura un adecuado Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) que venga a paliar, en lo posible, los defectos y carencias con los que nace este nuevo Parque Nacional», señaló Francisco Cantó, portavoz de Amigos de la Tierra.
Frente al Gobierno central y los autonómicos de la Comunidad de Madrid y Castilla y León, Amigos de la Tierra llama a todos los grupos sociales, culturales, deportivos y conservacionistas, así como a las instituciones científicas y de estudios ambientales, a formar un frente común. De esta forma se podrán corregir los innumerables fallos de esta Ley recién aprobada, con un enfoque encaminado a otro modelo de espacio natural protegido más acorde con la necesidad de la sociedad del siglo XXI.