Desde PEÑALABRA – José de Villamisar
España es, quizá, uno de los países de más despropósitos se cometen: políticos de izquierdas y de derechas dicen , «todos y todas», «jóvenes y jóvenas». Un cocinero popular se hace llamar Dabiz, es un vanguardista en la cocina y también en el lenguaje. Una presentadora de televisión da las campanadas el fin de año, siendo centro de atención por los modelos que luce, o que no luce, y se declara defensora feminista enseñando su cuerpo como mercancía. Un futbolista gana muchísimo más que el mejor de los cirujanos que salvan vida. Alemania nos dobla en población, sin embargo tenemos muchos más políticos que ellos. El programa mas visto en televisión, cuenta sus intimidades, se desgrana entre ellos, se amenazan, se insultan y su estrella se llama Belén Esteban que posee más de un millón trescientos mil seguidores en su cuenta de Twiter.
Todos los años que hay gripe, nos dicen que es por falta de previsión, igual ocurre cuando hay nieve y se colapsan las carreteras, falta de previsión. Si defiendes la Constitución te llaman fascista, de lo contrario eres un demócrata, La región más rica de España quiere separarse para ser la más pobre de Europa. Si estas en Bélgica siendo un delincuente eres un exiliado y no un fugado, y Puigdemont un valiente y no un cobarde.
Si tocamos a la política encontramos infinidad de despropósitos. El primer despropósito fue fabricar diecisiete autonomías, que dividieron a los españoles en reinos de taifas generando burocracias improductivas y regulaciones dispares y a veces enfrentadas.
Otro despropósito lo protagonizaron los dos grandes partidos nacionales, que han tenido que hacer concesiones a los separatistas vascos y catalanes a cambio de sus votos y así alcanzar el poder. Los separatistas nunca se dan por satisfechos hasta alcanzar la independencia o el federalismo asimétrico, quedándose solo con derechos y ninguna obligación.
También es despropósito que esos independentistas «vividores», que viven de ese cuento cobrando sueldos abundantes cada mes digan «que España nos roba» y sin embargo no se ruborizan a la hora de trincar aunque sea de esa «España ladrona», para cobrar no les importa ser españoles.
Más despropósitos: Puigdemont, cobarde y fugado, dice que se puede ser Presidente de la Generalidad residiendo en Bruselas, pero no desde prisión.
Quienes tienen responsabilidades de representación política tienen la obligación de rendir cuentas a los ciudadanos, aunque últimamente se les nota cierta alergia a ello.
De la crisis económica y financiera, parece ser que nadie se equivocó y se acusan mutuamente sin que nadie pida disculpas.
El éxito electoral de Ciudadanos en Cataluña ha suscitado una amplia especulación sobre sus consecuencias negativas para el Partido Popular, y su extrapolación al resto del país ya se verá, pero responder que todo se hizo bien en Cataluña, sería también un despropósito.
Por desleal que haya sido el comportamiento de los secesionistas catalanes, ha habido también algunas equivocaciones, que los más concernidos en el Gobierno deberían reconocer y asumir. Nos gusto o no, es un dato incontestable que el 1-O del fraudulento referendo, se proyectó una imagen muy negativa de España hacia el Exterior. Fue el elemento desencadenante de una serie de equivocaciones que empezaron el 9N del año 2014. Desde entonces se fueron repitiendo hechos que el Gobierno no supo o no quiso afrontar. ¿Un despropósito?.
Sé el primero en comentar sobre "DESPROPOSITOS"