En Redueña el día de todos los Santos se celebra tradicionalmente con la preparación de puches, y este año también con la elaboración de calabazas.
Aunque ambos talleres estaban pensados para que pudieran asistir personas de todas las edades, lo cierto es, que el de calabazas fue mejor acogido por el público más joven, y el de puches por vecinos de más edad.
El sábado 28 de octubre por la mañana, se prepararon las calabazas. Primero se vaciaron, después se les hicieron las caras y por último se metió una vela dentro. El fin para las que se crearon era el usarlas como lámparas la noche del 31 de octubre.
La tradición de utilizar las calabazas como lámparas la noche de todos los Santos, viene de hace muchos años cuando los jóvenes las colocaban en los bordes de los caminos para marcar el acceso de entrada a las almas esa noche. Según nos cuentan los más mayores, con la luz de las calabazas se iluminaba a las ánimas el camino de regreso a la casa de los familiares, que por una noche dejaban el más allá, para venir a visitar a los vivos. Lejos de lo que últimamente se piensa que las calabazas están ligadas a Halloween, desde hace muchos años, ya se usaban en esta celebración de esta festividad en nuestro país. {phocagallery view=category|categoryid=863|limitstart=0|limitcount=0}
El día 31 de octubre por la tarde se hizo el talle de puches, un plato dulce tradicional elaborado con leche, azúcar, harina y anises. Esta receta se hace este día para celebrar el día de todos los Santos. En algunas zonas se conoce a los puches como «Comida de ánimas», al ser un plato que se hacía para dar la bienvenida a los espíritus que venían a visitar a los vivos la noche del 31 al 1 noviembre, para que tuvieran un buen recibimiento por parte de sus familiares.
A estas dos actividades, se sumó la petición de caramelos por parte de los niños, que disfrazados de manera terrorífica salieron a celebrar «Halloween» pidiendo dulces por las casas.
Una vez más, lo tradicional se mezcla y convive con celebraciones de otras culturas que se asientan en nuestra sociedad con fuerza, pero que a fin de cuentas no deja de ser la celebración del día de todos los Santos, ya se llame de una manera o de otra.