El pasado día 15 de junio EMPRENDE SIERRA NORTE (ESN) organizó una reunión a la que asistieron varios emprendedores y representantes de una de las Mancomunidades de la Sierra Norte. Al igual que en otras reuniones mantenidas recientemente, surgió el tema de los obstáculos que encuentran muchos emprendedores en la Sierra que quieren desarrollar determinados proyectos vinculados especialmente al mundo animal y que requieren de cierta infraestructura. A los eventos que organizamos en ESN acuden con regularidad una serie de emprendedores que se están viendo afectados por la ineptitud (ya sea en forma de parsimonia, rigidez o falta de conciencia) de una gran parte de la administración regional y local que no acaba de enterarse de que, precisamente ellos representan la solución a la despoblación que está sufriendo la Sierra Norte. En estos meses han llegado a nuestros oídos otros tantos casos. Si ESN reúne a unos cuantos emprendedores que pueden servir de una pequeña muestra del emprendimiento latente en la Sierra, y creemos que así es, podemos afirmar que la realidad para determinados emprendedores es tremendamente hostil; tanto que puede llegar a extenuar un gran número de iniciativas y obligar a otras tantas a mantenerse ocultas, afectando directamente a la recaudación municipal – con todo lo que esto supone para los municipios-.?Me consta, que un gran número de alcaldes y otros representantes públicos de la zona están tremendamente preocupados por la despoblación de la Sierra Norte, territorio que supone un 15% de la superficie frente a menos de un 0,5% de la población total de la Comunidad de Madrid. La administración tiene la responsabilidad de administrar con eficiencia y con visión de futuro, estos recursos y debería también facilitar el espíritu y las iniciativas emprendedoras, al constituir éstas la fuente fundamental en la creación de riqueza de cualquier lugar. El empleo, en general y especialmente en las zonas rurales medioambientalmente protegidas como la Sierra Norte, ya no está en manos de grandes fábricas o empresas que vienen a quedarse, sino en manos de muchos pequeños emprendedores y profesionales que encuentran aquí un lugar en el que poder desarrollarse, con familia o sin ella, a nivel personal y profesional.
Hasta la fecha, la mayor parte de las ayudas para proyectos productivos se han centrado en la construcción y mejora de infraestructura turística. Esta medida es positiva para fomentar el turismo y atraer a visitantes durante los fines de semana y las vacaciones. Sin embargo, ¿es esto suficiente para activar realmente la Sierra y darle la vida que merece con vecinos que la habiten y la disfruten mientras contribuyen a su desarrollo? En un artículo de febrero de este año, el consejero de Medio Ambiente, Política Local y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada, apostaba por una serie de medidas como el fomento del turismo sostenible o la creación de una empresa local para la tala controlada de árboles. Estas iniciativas dirigidas desde la administración pueden resultar positivas, sin embargo, no son suficientes para la sostenibilidad de la Sierra. Se requieren iniciativas diversas que ofrezcan oportunidades variadas a los jóvenes y no tan jóvenes, proyectos ilusionantes que motiven a quien los emprende y generen al mismo tiempo un reconocimiento al esfuerzo emprendedor entre la población. La federación de municipios y provincias (FEMP) ha creado recientemente una comisión para abordar este problema y una de las medidas que se proponen es la de poner en marcha planes especiales de apoyo a autónomos y emprendedores del medio rural.
En ESN creemos que es hora de apostar, también, por otro tipo de iniciativas. Igualmente, que de poco servirán muchos millones de subvenciones a fondo perdido si estos recursos no van a acompañados de un compromiso político real que permita el desarrollo de proyectos que pueden ser estratégicos para la «comarca» Sierra Norte, aunque éstos requieran de cierta flexibilidad legislativa medioambiental.
Es cierto, que en la Sierra Norte nos hemos librado, gracias a estas medidas, de la construcción desmedida y sin sentido de años pasados que ha destrozado muchos pueblos también cercanos a la Sierra. También que el hecho de que gran parte del territorio sea zona protegida garantiza, hoy por hoy, un crecimiento excesivo a cualquier nivel. Sin embargo, también lo es que tanta precaución puede acabar ahogando la economía local al impedir el desarrollo de nuevas iniciativas. No puede ser, como está ocurriendo actualmente, que existan más trabas para abrir una granja ecológica que intensiva; tampoco que haya personas que llevan años esperando a un permiso que nunca llega de la CAM sin sentir apoyo alguno por parte de su ayuntamiento durante el proceso; no puede ser, tampoco, que quienes deberían impulsar el desarrollo local en la sierra carezcan, en demasiadas ocasiones, de toda iniciativa. Volviendo al caso agropecuario, existen en España, y fuera de ella, explotaciones que están apostando por un desarrollo sostenible a través de diferentes técnicas y modelos de explotación y pastoreo; no puede ser que, éstas supongan un peligro para la biodiversidad en la Comunidad de Madrid y si realmente lo son, habrá que valorar qué daños colaterales tienen esas decisiones y llegar a un consenso socio-económico-medioambiental.
Los emprendedores necesitan una serie de recursos humanos, financieros y profesionales y operar en un entorno que favorezca el emprendimiento o que al menos no suponga un obstáculo al mismo, para poder lanzar sus proyectos y mejorar la ratio de éxito y su sostenibilidad en el tiempo. Está comprobado que las áreas en el mundo que disponen de ecosistemas adecuados a su entorno, se han convertido en verdaderos motores de crecimiento socio-económico de las regiones en las que se encuentran. Esto es porque el emprendimiento afecta positivamente a tres de las principales variables clave de la competitividad de un país o región: Riqueza, creación de nuevos puestos de trabajo y mejora de la productividad. En el caso del mundo rural y más si existe peligro de despoblación, como es el caso en muchos municipios de la Sierra Norte, el emprendimiento se convierte no sólo en algo positivo, sino en una verdadera necesidad para el desarrollo de la «comarca».
En España nos encontramos con una multitud de ecosistemas emprendedores, la mayoría muy desorganizados y creados sin un conocimiento exhaustivo del entorno en el que se encuentran y siguiendo las pautas de otros ecosistemas de éxito, pero con entornos muy diferentes. El mundo rural, salvo muy pocas excepciones, una vez más queda excluido. En EMPRENDE SIERRA NORTE creemos que es el momento de crear un ecosistema emprendedor adecuado a la idiosincrasia de la Sierra Norte que permita el desarrollo de iniciativas grandes y pequeñas que retengan y atraigan población y prosperidad.
Isabel Catalá Bayón
EMPRENDE SIERRA NORTE
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