Luis Fco. Durán Carretero
Que tristeza, que pena y que dolor tener que hablar de este momento que ¿vivimos? Con el destrozo mental que sufren bastantes idiotas. Una cosita para que al Señor Ángel no le den la barrila con mis expresiones, altisonantes, según algunos cerebritos. Los adjetivos que utilice en este escrito son…eso, adjetivos…que no insultos, porque es muy difícil insultar a alguien, que por su forma de actuar destroza unas cuantas vidas y familias. Hombre lo suyo es definirle como lo que es…y que es lo que es…pues alguien que se ahorra el regalo del día del padre por desconocimiento paterno filial…más conocidos por las iniciales de una marca de ordenadores hp…y, punto.
Haber, por donde íbamos. Bueno pues estamos llegando a un punto de salvajismo general que no se le esperaba, aunque si se suponía que podía llegar esta especie a la que pertenecemos, porque hay individuos que no han pasado la era del Cromañón…eso siendo muy generoso en el parentesco.
La historia nos dice que siempre se han querido matar los unos a los otros…yo todavía no, pero a este paso, tiempo al tiempo. Bueno más que querer…lo han hecho y, todo por…
Por escasez, no por escasez de recursos, que los hay, otra cosa es que se pongan en servicio…si no por escasez de neuronas. En este mundo hay una cantidad de gobernantes que no ilustrados, que se creen dioses y, con esa misma premisa utilizan su poder para convencer…convencer de que?
Pues de que la religión que cada uno profesa es la ley, aunque no haya orden ni concierto. Merced a estas «ideas» vamos ganando en muertos y perdiendo dignidad. Este mundo tiene que empezar a cambiar. Tenemos que dejarnos de milongas y de malos rollos, porque estamos llegando a un momento de desquiciamiento, que no nos aguantaremos ni nosotros mismos. Cada persona que nos rodee, nos parecerá alguien de quien desconfiar y, fíjate por donde, la religión uno de los «pilares» de la educación se va al traste, porque solo sirve para separar e inculcar malos rollos con los que no son participantes de la que se impone…cualquiera de ellas…TODAS SE IMPONEN…Y TODAS CUESTAN VIDAS.
En unas los santifican a los «buenos» y en otras a los incautos los quieren juntar con tías «buenas», todas vírgenes y sin mácula…que cosas.
Bueno pues por tontunas como estas, en la que un badejón de escuetos neuronales, que también tienen, como afinidad común la marca de ordenadores, antes mencionada, pues tenemos que estar en un sin vivir las personas normales. La gente que solo queremos vivir, tener nuestra familia, a ser posible las deudas pagadas y poderte jubilar a los sesenta y cinco…y si además tienes la suerte de pillar un pellizco en la lotería para hacerte la casa de pueblo, pues miel sobre hojuelas.
Pero con esta manada de salvajes que lo único que pretenden es aterrorizar a todos, independientemente de dónde y cómo vivamos, solo por «sus ideales» y porque no les gusta cómo vivimos los demás, solo tienen a modo de «disculpa» la desigualdad entre individuos y, tienen razón…la diferencia entre estos salvajes y el conjunto de la población es, que los demás sí les respetamos…es la diferencia. Porque si todos fuéramos de la misma marca de ordenadores, no quedábamos cuatro en diez años.
Por eso siento tristeza, porque no se pueda vivir tranquilo, después de tantos años de supuesta evolución, en los que todos habíamos avanzado en raciocinio y cultura, resulta que unos salvajes, con la aquiescencia y aplauso de algunos politiquillos de mierda, nos quieran hundir la vida. Ya lo decía Platón, los que mandan, los líderes tienen que ser Gente Ilustrada…no una panda de sinvergüenzas…que lastima.
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