La Sala de exposiciones Casa de Teléfonos de Villavieja de Lozoya acoge del 8 al 29 de mayo una exposición sobre Albert Ràfols Casamada.
Albert Ràfols Casamada (Barcelona, 1923-2009), formado en un ambiente culto de fuerte influencia novecentista, ejerció indistintamente en el mundo de la plástica, la pedagogía, la literatura o en el del activismo cultural. Empleaba el dibujo para materializar el pensamiento en una especie de diario personal, directo, como una conversación de tú a tú. Esta exposición, a través de sus obras, recorre las etapas más representativas de su vida artística, caracterizadas por el uso de la luz y el color en el espacio.
Los 60 fueron los años en que se manifestó una de las constantes que se mantuvieron en su trayectoria artística: el diálogo entre reflexión y pasión, razón y sentimiento, estructura y disolución. La década siguiente se caracteriza por la desmaterialización y la introducción de unos valores ambientales más etéreos, vaporosos, atmosféricos y espaciales y de unos colores más tenues, aunque mantendrá el rigor estructural a través de un esquema compositivo basado en la geometría y en la ventana matissiana.

En los años 80, uno de sus temas recurrentes, el signo -de trazo espontáneo que evoca objetos sintetizados- se hace más patente y adquiere un protagonismo especial. La experiencia acumulada le ofrece una plenitud plástica a través de sus temas de siempre: la estructuración de la superficie pictórica, la ventana, la luz, el color y el signo. Posteriormente, la década de los 90, trajo una estética más intimista y el tratamiento cromático más delicado, atmosférico, sutil y la valoración del silencio adquieren gran protagonismo.