La Comunidad de Madrid prevé reducir este verano casi a la mitad el servicio del helicóptero antiincendios con base en Bustarviejo (sierra norte). Delegados sindicales del comité de empresa de Matinsa, la compañía concesionaria de la prevención y extinción de incendios forestales para la zona este de Madrid, han informado que la aeronave y su brigada asociada solo trabajarán este año del 15 de junio al 10 de octubre.
Esta previsión supone un importante recorte respecto a las últimas campañas de alto riesgo, ya que la brigada helitransportada de Bustarviejo venía prestando sus servicios desde hace una década  durante seis meses ininterrumpidos (los de mayor riesgo de incendio forestal, del 1 de mayo al 31 de octubre). La reducción prevista por la Comunidad supondría, por tanto, volver a niveles de atención al fuego con medios aéreos en la sierra norte peores que hace diez años.
La decisión parece temeraria, apuntan técnicos en incendios forestales, porque hay coincidencia en señalar 2017 como un año especialmente peligroso para los fuegos que arrasan el monte. La sequía y otras variables meteorológicas han disparado desde primeros de año los incendios en toda España, y se prevé un verano difícil para los equipos de extinción.
Ayer, en fecha tan temprana como el 20 de abril, un gran incendio forestal devoró en pocas horas más de 300 hectáreas de pinares en la vecina provincia de Segovia y requirió la intervención extraordinaria de medios aéreos. Por tipología y dimensiones, el fuego del otro  lado de la sierra de Guadarrama es equiparable a los peores incendios que se vienen registrando en Madrid en pleno verano, cuando la humedad desciende a valores mínimos y las temperaturas superan los  30 grados centígrados.
En las mismas fechas en que el equipo de Cristina Cifuentes (PP, apoyado por Ciudadanos) prevé dejar sin servicio aéreo la base ubicada en Bustarviejo (todo mayo y la primera mitad de junio), y en circunstancias climatológicas mucho más favorables que las de este año, la brigada que ahora sufrirá el recorte contribuyó a sofocar durante los últimos años decenas de fuegos incipientes.
Desde hace algunas campañas, el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid ha registrado, de hecho, un aumento de intervenciones en incendios de vegetación en las últimas semanas de la primavera en la zona atendida hasta ahora por el helicóptero de Bustarviejo, que se extiende hasta los límites con Segovia y Guadalajara.
La brigada helitransportada de Bustarviejo está integrada de forma habitual por tres tripulantes de la  eronave (piloto, copiloto y mecánico), dos ingenieros, dos capataces, dos emisoristas y 16 especialistas de extinción, repartidos en dos turnos que trabajan en días alternos. El personal y el medio aéreo trabajan conjuntamente, simultaneando el lanzamiento de agua desde la aeronave con labores manuales que evitan la posibilidad de que el fuego se reavive cuando los bomberos se retiran.
De forma paralela, la Comunidad ha expresado su intención de reforzar el helicóptero similar con base en Morata de Tajuña, que gestiona la misma empresa concesionaria y que hasta ahora estaba operativo tres meses y medio cada año, de forma que el interés por la extinción de incendios forestales se focalizará en el sur de Madrid en perjuicio de las amplias zonas con alto valor ecológico de la sierra norte. Esa segunda aeronave estaría en funcionamiento entre el 10 de mayo próximo y el 30 de septiembre, pero tardaría entre 30 y 40 minutos en llegar a zonas de la sierra afectadas por un incendio porque a su lejanía, explican los técnicos, hay que sumarle un tiempo extra necesario para atravesar las cabeceras del aeropuerto de Barajas. En un año como el actual, ese tiempo es más que suficiente para que un fuego forestal escape al control y se propague libremente por el monte.
Además de priorizar la defensa del sur madrileño contra la amenaza de incendio forestal, el gobierno regional consumará de este modo y en plena temporada que ya se observa como muy peligrosa un recorte global en la lucha aérea contra el fuego.
Sumando los tiempos de operatividad de las dos brigadas helitransportadas de la zona este de Madrid, hasta el año pasado ambas estaban disponibles durante 9 meses y medio (6 meses para Bustarviejo y 3 y medio en el caso de Morata de Tajuña), mientras que en las condiciones anunciadas para este año el servicio se recortará exactamente un mes, hasta los 8 meses y medio.?Fuentes sindicales del sector recuerdan que los bomberos forestales de refuerzo que la Comunidad de Madrid incorpora cada año en verano al margen de las empresas privadas trabajarán en 2017 quince días más, a partir previsiblemente del 1 de junio, pero admiten que se trata únicamente de retenes que se desplazan en camiones y que en todo caso no actuarían durante todo el mes de mayo.
La desatención a la sierra en un año con previsión de gran número de fuegos se completaría si el Gobierno de Cifuentes contrata, como es habitual, un helicóptero adicional con base en Lozoyuela solo a partir de mediados de junio. Tanto esa aeronave como las que las que funcionan todo el año en Navacerrada y Las Rozas son helicópteros bombarderos, es decir, solo arrojan agua y no transportan a una brigada para que trabaje en primera línea de fuego, como sí que ocurre en el caso de Bustarviejo. Se trata, pues, de recursos mucho menos efectivos en especial para zonas de monte de difícil acceso.
Hace algunas semanas la Comunidad paralizó sine die la apertura de los sobres con ofertas para renovar u obtener el contrato millonario para la prevención y extinción de incendios forestales en la zona este de Madrid, entre Aranjuez y Somosierra, pretextando que la documentación recibida es muy voluminosa. La empresa concesionaria trabaja, pues, en situación de prórroga.