La Comunidad de Madrid realiza con carácter anual cerca de 10.000 inspecciones en las más de 4.600 explotaciones ganaderas de la región, que aglutinan 1,6 millones de animales.
Estas inspecciones se realizan con el objetivo de velar por el buen estado de los alimentos que llegan al consumidor, la sanidad y el bienestar animal y el medio ambiente.
«En la actualidad, y a tenor de los controles veterinarios realizados, la situación sanitaria de las explotaciones ganaderas en la Comunidad de Madrid es muy satisfactoria. Dentro del total de las explotaciones sólo en menos del 4% de los casos se ha detectado alguna irregularidad subsanable, la mayoría de ellas de tipo documental, y se han iniciado tan sólo 20 expedientes sancionadores, lo que representa menos del 0,5% de las explotaciones ganaderas de la región», manifestó Borja Sarasola, consejero de Medio Ambiente.
En la Comunidad de Madrid hay 32 explotaciones que tienen animales de la raza Limusina, con 888 reproductoras y 76 reproductores inscritos en libro genealógico de raza.
Muestras analizadas en laboratorio
A través de estas inspecciones, los técnicos regionales controlan enfermedades propias del ganado y otras transmisibles al hombre, las llamadas zoonosis. Dentro de las zoonosis, realizan pruebas sanitarias a todos los animales de la especie bovina mayores de 45 días para diagnosticar la tuberculosis bovina y pruebas a todos los animales mayores de 12 meses en bovino y de 18 en ovino y caprino para diagnosticar la brucelosis.
Los animales positivos deben ser sacrificados obligatoriamente en mataderos autorizados y cuando se observan lesiones específicas son retirados de la cadena alimentaria. Otras enfermedades que se controlan son las pestes porcinas, tanto la africana como la clásica, la enfermedad de Aujeszky y la enfermedad vesicular propias del porcino y, en el caso de las aves, la salmonelosis y la influenza aviar.
Además, y dentro del Programa de Inspección, Vigilancia y Control de las Explotaciones Ganaderas, los técnicos regionales realizan aleatoriamente controles y toma de muestras de pelo, orina, pienso y agua para determinar la presencia de residuos de sustancias ilegales como anabolizantes o plaguicidas, así como trazas de medicamentos.
Los técnicos controlan también la identificación de los animales o los piensos que consumen para determinar el uso de proteínas animales elaboradas no autorizadas. Una vez sacrificado el animal, toman muestras de encéfalos en el marco del programa de vigilancia de las encefalopatías espongiformes transmisibles (enfermedad de las vacas locas). Todas estas muestras son analizadas en el Laboratorio Regional de Sanidad Animal, que realiza más de 600.000 determinaciones al año. Este laboratorio cuenta con la tecnología veterinaria más avanzada en distintos departamentos (química, bacteriología, virología, serología y encefalopatías) para detectar posibles enfermedades en el ganado y erradicarlas.
La Comunidad de Madrid invierte 6 millones de euros anuales para fortalecer la competitividad de este sector mediante convenios con las organizaciones agrarias, estudios de selección y mejora genética promovidos por el Instituto Madrileño para la Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) y líneas de ayuda para la modernización de explotaciones y la formación de los profesionales.
Además, concede ayudas con carácter anual (1.100.000 euros en 2012) a las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera para la realización de programas sanitarios y zootécnicos.
En este sentido, el Gobierno regional impulsa también la visibilidad y fortalecimiento de la industria agroalimentaria y la promoción de figuras de calidad como la Indicación Geográfica Protegida Carne de la Sierra de Guadarrama. En este momento hay cerca de 600 explotaciones ganaderas inscritas en esta marca de calidad y 150 establecimientos autorizados para su venta.
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