El Patrimonio es importante porque es herencia de nuestros antepasados; pero también, porque nos permite comprender la historia, la vida cotidiana y los acontecimientos que marcaron la vida de la gente que vivió en nuestra comarca. La conservación del patrimonio, significa también en muchas ocasiones su recuperación, perdido en la memoria, en los bosques de la Sierra o debajo de otros edificios. El patrimonio es también una posibilidad de desarrollo económico en la Sierra del siglo XXI. Las I Jornadas de Patrimonio Sierra Norte estaban enfocadas en esos campos.
Las jornadas desarrolladas entre el 16 y el 17 de septiembre combinaban las conferencias con visitas guiadas a algunas puntos emblemáticos en la Sierra Norte. {phocagallery view=category|categoryid=715|limitstart=0|limitcount=0}
Estas jornadas organizadas desde el Centro de Innovación Turística Villa San Roque se abrieron con varias conferencias celebradas en el Convento de San Antonio en La Cabrera, con la presentación de las mismas por parte de Ángel Martínez, presidente de la Mancomunidad de Servicios Valle Norte del Lozoya.
Juan José Cano, (RenoArqueología) arqueólogo afincado en Villavieja, habló de las actuaciones que se están realizando en dos lugares: en el Frente del Agua en Puentes Viejas y en el Castillo de Buitrago. Dolores Muñoz, hablo de la difusión del Patrimonio, en su caso sobre las infraestructuras hidráulicas de la Sierra Norte. José María Alonso hizo una intervención sobre el Patrimonio orientado hacia el turismo experiencial.
Las Jornadas contaron con varias visitas guiadas: al convento de San Antonio de La Cabrera; a la necrópolis de Sieteiglesias; al Museo Etnográfico de Lozoyuela; al entorno urbano de Patones de Arriba; y a la muralla y exposición de piezas de artillería en Buitrago.

El Frente del Agua
Juan José Cano habló del yacimiento visitable del Frente del Agua. Una serie de fortificaciones que defendían los embalses (Puentes Viejas y El Villar) que abastecían de agua a Madrid, durante la Guerra Civil. Algunos de estos restos eran visibles antes de la intervención arqueológica; pero muchos fueron descubiertos por los testimonios de las personas mayores, pero también, por los documentos sobre la época existentes en archivos.
Cano fue explicando las diferencias entre las construcciones de las fuerzas republicanas y franquistas; también explicó el trabajo en una construcción, con un diseño único en toda la Península Ibérica durante la guerra; hablo de los restos encontrados como balas y otros objetos que dejaron los combatientes.
Aunque no muy documentados, también hablo de los intercambios entre ambos bandos (por el tabaco) y de un partido de fútbol que casi se celebró entre ambos bandos en los campos de Paredes.
Esta ruta ya es bastante visitada y sirve de promoción a los pueblos de la zona.

El Castillo de Buitrago

El Castillo de Buitrago ha tenido muchas vidas. Y no solo, como atestiguan los 48 esqueletos de soldados de las guerras napoleónicas encontradas. De castillo paso a Palacio; de palacio a cuadras para ganado; a plaza de toros; y a lugar de celebración de eventos.
Cano explico los trabajos que se están realizando y el futuro del interior del castillo. En la actualidad, se han retirando los taludes de tierra que servían como asientos en los conciertos. En ese desescombro se han encontrado: además de restos humanos, restos de vajillas, trozos decorativos…
Juan José Cano explicó como se había estudiado el edificio, en archivos, en textos literarios, pero también las huellas que habían dejado los cambios de uso en la estructura del edificio.
En la actualidad, ya se tiene un plano de como quedará el edificio, muy parecido a sus estructura original, aunque acostumbrados a su aspecto más reciente chocará. El nuevo edificio que se construirá en su interior, y donde se intentará usar piedras y restos encontrados en los trabajos actuales, albergará con unas mejores instalaciones el Museo Picasso-colección Eugenio Arias, así como otras dependencias con varios usos.

Grafittis napoleónicos
La charla de Cano también señaló también actividades que, aunque parezcan sólo de nuestros tiempos, ya se hacían en tiempo de Napoleón como unos grafitos en unos muros de un corral (mofándose de Fernando VII); y otros encontrados en el frente del agua de soldados republicanos.
La mejor manera de conservar el Patrimonio es darle una utilidad que los mantenga vivos. Al otro lado del río Lozoya en Buitrago, se conserva apenas en pie el antiguo pabellón de caza de los marqueses de Santillana, en una finca propiedad de la Comunidad de Madrid, pero abandonado y cerca de perderse para siempre.