Villavieja vivió hace 25 año uno de esos momentos que dan sentido a la vida en los pueblos. Un objetivo común, trabajo en comunidad y esfuerzo de todos los vecinos según sus capacidades y habilidades.
El ayuntamiento de Villavieja disponía en 1987 de un terreno para usos múltiples. Los vecinos de Villavieja tenían una gran afición a los toros. La suma de estas dos realidades dieron lugar a un proyecto común donde la iniciativa pública se sumo a la iniciativa vecinal. Ese año decidieron construir su plaza de toros.
Los vecinos de Villavieja hasta la fecha disfrutaban de su afición taurina con recintos hechos con los carros.

El año 1987, con una aportación del ayuntamiento, con el dinero recaudado por los vecinos en las fiestas, en tómbolas… se inicio la construcción del recinto taurino. Unos aportaban sus conocimientos de albañilería; otros aportaban materiales o maquinaria; «cada uno aportaba lo que podía; hombres y mujeres» nos cuenta Teresa Domingo. El proyecto no fue una ilusión pasajera, requirió el esfuerzo y constancia de los vecinos durante 4 años.
{phocagallery view=category|categoryid=701|limitstart=0|limitcount=0}Finalmente, en agosto de 1991, la plaza de inauguró oficialmente, con las mujeres vestidas y engalanadas con peinetas (de cartón), y el torero (del pueblo) con su traje de luces; acompañado de la cuadrilla, vestida para la ocasión.
El uso para disfrute de asuntos taurinos duró poco tiempo. Los cambios normativos sobre sanidad, la obligación de tener una ambulancia y otras exigencias… hizo que resultará muy cara la celebración de festejos.
Sin embargo, la plaza de toros no quedo olvidada; los vecinos la fueron dando nuevos usos y ahora forma parte de la zona recreativa de.
Allí funciona en la actualidad un Kiosco con terraza para disfrutar de la buena compañía en verano; están las pistas polideportivas, el frontón cubierto,..
La propia plaza sirve como punto de juegos para niños y mayores; actividades recreativas y sociales. Allí se han celebrado fiestas y conciertos, como la presentación de los cantantes de una compañía de discos, con la presencia de María Jiménez; hace menos tiempo se celebró una feria de la Sierra Norte, que intentaba recuperar el espíritu de las que celebraron en los años ochenta y principios del siglo XXI en pueblos de la Sierra; en las fiestas juegos como la calva, la petanca y otras actividades encuentran allí su punto de reunión.
«La obra fue el trabajo de un grupo de personas muy cohesionado, con ganas de hacer cosas por el pueblo por encima de las ideologías. Ahora todo lo esperamos que salga de las subvenciones, somos menos reivindicativos y tenemos menos espíritu de colaboración» nos dice Teresa Domingo.
«Allí todos hicimos algo; un día las mujeres nos vestimos con los monos de trabajo y bajamos hasta la obra para llevar la comida a los hombres que estaban trabajando; fue un día de fiesta» nos comenta Milagros Ramírez, que recuerda el ambiente festivo de la inauguración y la unión del pueblo.
Este verano volverá a ser un punto de encuentro para conmemorar la efeméride.

Fotos Archivo Senda Norte y de Milagros Ramírez.