La Comunidad de Madrid convocará dos líneas de subvenciones para fomentar y recuperar razas autóctonas en peligro de extinción, así como para mejorar la producción de miel. El objetivo es apoyar al sector agrícola y ganadero de la Comunidad, para lo cual se invertirá en estas ayudas 255.000 euros.
Las razas autóctonas favorecen la conservación del medio natural mediante el pastoreo extensivo y, además, permiten obtener productos de calidad muy demandados por los consumidores. Sin embargo, a pesar de estas ventajas, su productividad es menor y, por ello, es necesario compensar económicamente a aquellos ganaderos que mantienen en sus explotaciones estos animales.
En la Comunidad, el censo de razas autóctonas se mantiene gracias a este tipo de subvenciones. La compleja situación sanitaria, epidemiológica y económica de las explotaciones ganaderas, unido a los altos precios de los cereales, justifican la concesión de estas ayudas, sobre todo al ganado ovino y caprino.
El Gobierno regional, a través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural y Agrario (IMIDRA), desarrolla distintos programas y actuaciones para proteger y mejorar las razas autóctonas y en peligro de extinción de la región. En sus instalaciones, este organismo mantiene rebaños de animales catalogados por su interés ganadero y productivo, como las ovejas Rubia de El Molar y Colmenareña, la cabra de Guadarrama o las razas bovinas Berrenda en Negro y Berrenda en Colorado. En la región hay más de 17.000 cabezas de ganado pertenecientes a estas razas.
Además, el Centro de Selección y Reproducción Animal (CENSYRA) del IMIDRA, situado en Colmenar Viejo, aloja el Banco de Germoplasma de las Razas Autóctonas, donde se conservan dosis seminales de diferentes productores regionales y nacionales, así como embriones de razas como las mencionadas Rubia de El Molar y Colmenareña. Todo ello con el objetivo de mejorar continuamente las razas y la productividad y generar empleo y actividad en el sector.

MIEL DE MADRID

En cuanto a la mejora de la producción y comercialización de la miel, hay que indicar que las especies polinizadoras están en descenso acusado registrándose un importante retroceso en el número de colonias de abejas. Si esta tendencia se hace más pronunciada, los agricultores tendrían que recurrir a la polinización asistida, lo que comportaría para ellos un gasto adicional. De ahí la necesidad del apoyo para que los apicultores mejoren la productividad y comercialización de la miel. En este caso, las ayudas están cofinanciadas por la Comunidad de Madrid, el Ministerio de Medio Ambiente y fondos europeos.