El sábado 5 de marzo se presenta en Bustarviejo la asociación vecinal para el desarrollo de los Valles de Lozoya y Jarama, que se estrena con un proyecto de Geoparque.
En un radio de apenas 15 kilómetros entorno a La Cabrera- EL Berrueco y Torremocha-Patones tenemos una excepcional diversidad de rocas y edades geológicas (única en la península), con un abanico de edades que abarca desde el primario al cuaternario, con 400 millones de años de historia de la tierra, y un con alto valor educativo y un notable potencial turístico. Este recurso supone una gran oportunidad para explicar y comprender la evolución de la tierra y de la vida, y una oportunidad para impulsar un geoparque en Sierra Norte. El geoparque es una figura de protección y de desarrollo territorial que depende de la UNESCO, y que todavía no existe en la Comunidad de Madrid. Desde la asociación se valora que pudiera dar una continuidad de protección y reconocimiento natural entre el actual Parque Nacional de Guadarrama y la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón. Su ámbito estaría comprendido entre Bustarviejo al oeste, y Torremocha-Patones al este, y entre Pedrezuela al Sur y El Atazar y Lozoyuela al Norte.
Este proyecto de geoparque se viene trabajando desde la Uniposible, y en colaboración con la recién creada asociación VALOJA (Agrupación para el desarrollo de los valles del Lozoya y Jarama), en colaboración con expertos en geografía física y educación ambiental.

Metodología.

El proyecto de geoparque tiene unos confines todavía por definir, que se establecerán mediante candidatura de los pueblos, sean ayuntamientos o asociaciones vecinales o culturales interesadas en participar. Estas asociaciones deberán candidatar parajes, y solicitar la realización de un taller de interpretación que programará la asociación a lo largo de 2016. En estos paseos-taller un equipo de científicos y técnicos comentarán los recursos y se levantarán fichas de candidatura de paraje con los que se redactará la propuesta. Los interesados podéis escribir y solicitar información en asvaloja@gmail.com

Introducción. De la historia de la tierra a la historia de la vida.

Los recursos geológicos. La historia de la tierra en el domo de valoja.

La historia de la tierra en nuestra comarca se deduce con una peculiar forma en domo o campana. Una especie de forma de cebolla, que teniendo su centro de mayor antiguedad en la sierra de la Cabrera, se va desplegando en sucesivas capas de edades recorriendo la edad primaria o paleozoica (granitos, gneises, pizarras), la edad secundaria o mesozoica (calizas y dolomias) y la terciaria o cenozoica (arcillas y yesos paleocenos), así como el próximo 19 de marzo se realizará un paseo taller (12 h Aparcamiento Patones de Abajo) por los valores de la era cuaternaria y del origen de las comunidades humanas desde los clanes del paleolítico, hasta las comunidades ganaderas de la edad del bronce.
En las serretas de La Cabrera y de El berrueco, tenemos afloramiento de gneisis y granito, que se solidificaron del magma a lo largo de la edad proterozoica, antes de la aparición de la vida. Estos materiales afloraron a la superficie en la edad primaria o paleozoica hace 500 millones de años. En esta era se estabilizó la atmósfera de oxigeno y se produjo la primera explosión de vida invertebrada en los océanos. Es el momento de hegemonía de los artrópodos marinos en lo que se conoce como explosión cámbrica.
Las pizarras que afloran hacia el sur de los gránitos fueron formadas en el silurico hace unos 400-450 millones de años coincidiendo con la lenta ocupación de las tierras emergidas por los primeros insectos, y la aparición en los océanos de los primeros peces. Más al sur tenemos las crestas de las calerizas o calizas, que se formaron hace unos 80-60 millones de años en la edad secundaria o mesozoico -periodo cretácico- cuando el planeta estaba dominado por los grandes reptiles. Entonces nuestra comarca era una zona de aguas marinas poco profundas, donde se depositaron limos que se convertirían posteriormente en estas rocas calizas.
En el terciario o cenozoico, oligoceno, hace unos 30 millones de años, tenemos los terrenos que en las campiñas se conocen como «carne de vaca» por la alternancia de veta blanca de los yesos con arcillas rojizas. Estos materiales conforman los cerros y páramos que se ven enmarcando el curso del jarama. Estos yesos se formaron en el fondo somero de una gran laguna con un clima subtropical y un paisaje dominado ya por los grandes mamíferos (similar a las actuales sabanas africanas).

Hace unos 25 millones de años, ante el choque de la placa africana y europea que comprimió a la península, estos materiales se rompieron y se plegaron dando su pendiente actual a las calerizas. Con posterioridad hace aproximadamante dos millones de años se formó un suave glacis, como los actuales del Serengueti, del Berrueco hasta la Alcarria, son las arcillas rojizas que conforman las rañas que marcan el nivel de los páramos de Uceda y la campiña de Guadalajara al otro lado del Jarama. El profundo valle del Jarama, o del Henares se abrieron en el transcurso del último millón de años, en un ambiente más frío, coincidiendo con que la península basculó hacia el atlántico y se conformó la red fluvial por la que se fueron vaciaron lentamente estos materiales hacia la desembocadura del Tajo.

Historias de vida.

Estas sucesivas rocas y edades geológicas nos permiten reconstruir la historia de la vida desde las primeras formas unicelulares en los océanos primigenios, a la gran explosión de los pluricelulares y artrópodos en la edad primaria, a los sucesivos despliegues de peces y reptiles en el secundario, a los mamíferos en el terciario, y finalmente el cuaternario o antropozoico que desemboca en la difícil coyuntura del actual antropoceno en el siglo XXI.
Esta historia es paralela (ontogenia-filogenia) a la historia de nuestra vida, desde la concepción como unicelulares desplegándose en la mórula en los primeros días de vida, hasta la formación del embrión, en casi todo idéntico al de un reptil en la tercera semana; a las formas de embrión casi idéntica a la de cualquier otro mamífero a los 40 días de la concepción.

Este proyecto de geoparque tiene por sinónimo el holo-domo, la montaña-todo pues contiene en apenas unos kilómetros los testimonios de la historia de la vida, que también son los pasos de nuestra propia historia, que no se detiene. La propuesta del geoparque es aprender a leer las hojas de una historia escrita en un libro de piedra, que nos invita a comprender mejor las hojas que nos tocará escribir con nuestra propia carne en las próximas décadas, siglos y milenios. ¿Cómo serán nuestros pueblos o la humanidad dentro de 100 o 1.000 años ?. Eso en gran medida nos tocará escribirlo a nosotros. ¿Dónde estará la sierra norte dentro de 50 millones de años?: Esto en gran medida ya está escrito en los juegos de placas y fallas que nuestra tierra ya apunta…