Luis Fco. Durán Carretero

Pues eso que estamos como siempre y al contrario, que quiere decir esto, pues que toda la vida hemos estado aguantando los predicamentos, por narices, de unos y, ahora que se suponía que estábamos descubriendo otros modos, pues resulta que ¡SÍ! Tenemos nuevos modos pero con el mismo predicamento. Que hagamos lo que se les ponga a ellos en los, no me queda más remedio, cojones.
Si, eso lo que estamos consiguiendo. Hace cuarenta años que se cambió un estado de padecimiento por conseguir un estado de igualdad y si además era posible, de bienestar, en el cual cupiéramos todos, los unos y los otros, estoy cansado de colores y de cantamañanas, que no dicen nada más que lo que les convine…a ellos. Luego siempre tienen algún adlater que le sigue la corriente y con eso tiene más compis de farra. Que lo único que cambia es, el discurso, porque la intención es la misma. ¡IMPONER!. Eso en otra época se llamaba dictadura…y ahora ¡¡¡También!!!
Bueno, pues de unos años a esta parte, menos de los que a ellos le gustaría y bastantes más de lo que a mí y mucha más gente llevamos aguantando, se está intentando imponer el criterio, bueno el criterio, de alguna forma hay que llamarlo, aunque de eso no tenga nada, y «la opinión» de los que gritan…y porqué gritan?? Pues está claro, porque están convencidos de que tienen razón, según ellos. La diferencia estriba, en que, no por mucho que chilles tienes más razón…simplemente demuestras que no estás afónico, que cuanta veces se echa de menos esa circunstancia, mayormente, para dejar de escuchar tontunas y simpleces.
En un estado de derecho TODOS DEBERÍAMOS RESPETARNOS. Y, desgraciadamente no es así, ni mucho menos. Hay una cantidad de cabreados, sin saber porque, o sí, pero que tampoco tenemos que pagar las consecuencias los de al lado, con los que tienen una serie de creencias o gustos, que se han vuelto muy radicales. Los animalistas, los anti clérigos y los del catecismo, los anti sistema, los anti taurinos, los tontos del culo, que los hay en todos los bandos, los extremos, me dan igual en la parte opuesta que se encuentren. Todos, toditos, todos, se empeñan en IMPONER. Pero ¿por qué??
Y porque no en respetar, ¡¡Eh!! ¿POR QUÉ?
Con lo fácil que es respetar. Al que no le gusten las corridas de toros, que no vaya, que igual tampoco le gustan las corridas en general…cosas que pasan, al que no le guste las religiones, que no rece, y el que quiera rezar, que lo haga, pues menuda cruz, al que no le guste sus políticos, que no los vote y a los que no les gusta este sistema en el que vivimos, que haga lo posible por cambiarlo, pero con razones, no tocando lo que rima… Y queriéndose IMPONER…POR…
Lo que hay que hacer en esta vida, es utilizar la inteligencia como arma y, no las armas sin inteligencia…
Porque estamos de impositores y de imposiciones…hasta ahí, justamente.