Puede que después de la navidad más de un niño se queje de tener que regresar al colegio. En algunos casos esto podría suponer un problema grave, pudiendo desembocar en una fobia escolar y requiriendo de un profesional que ayude a superar esta situación.
Como padres y madres podemos actuar para prevenir este tipo de problemas. Lo primero que debemos hacer es averiguar de dónde procede ese miedo y si es estrictamente escolar, ya que en ocasiones este problema puede confundirse con el miedo a la separación de los padres más que con el miedo a ir al colegio.

¿Qué podemos hacer para ayudarle?

1. No atender llamadas de atención.
Es probable que el niño se queje de dolores estomacales o de cabeza en días lectivos, pudiendo incluso llegar a vomitar. Debemos descartar que estos sean dolores provocados por alguna enfermedad, por lo que se recomienda acudir al pediatra pero siempre en horario NO lectivo, ya que de otra manera estaríamos reforzando su miedo. Una vez que tenemos claro que nuestro hijo está saludable recomendamos quitar importancia a sus quejas. Es frecuente que cuando se quejan acudamos a su llamada y sin darnos cuenta reforcemos esta actitud e incluso les digamos que se queden en casa. En este sentido, debemos avisar al profesor, ya que cuando se encuentre mal lo primero que harán en el colegio es llamarnos para que les vayamos a buscar.
Es muy importante que tengamos presente la potencia que tiene el refuerzo en nuestro hijos. Con esto nos referimos a cada vez que nosotros les prestamos atención, les eximimos de que vayan al colegio, les mandan a casa antes por encontrarse mal… Cada vez que esto sucede reforzamos su problema, ya que esto les genera alivio y no lo soluciona, ya que no lo enfrenta y no desaparecerá sino que se agravará.
2. Asociar el camino al colegio con algo agradable, como por ejemplo un juego.
3. Enseñarle a relajarse, especialmente en días de exámenes.
4. Concretar juntos el tiempo de estudio. Los niños con miedo al colegio puede duplicar los tiempos de estudio, por miedo a hacerlo mal o sacar peores notas.
Y como siempre les decimos, acudir a un profesional siempre les ayudará a conocer si su hijo tiene o no el problema del que le hablamos.

Cristina López Mérida
cristinalm.psicologia@gmail.com