José de Villamisar
desde PEÑALABRA
El problema entre musulmanes y cristianos viene de muy lejos, desde los tiempos en que los musulmanes lograron invadir la Península Ibérica y estuvieron ocho siglos dándose tortas, unos en nombre de Mahoma o Alá y otros en nombre de Dios, hasta que los Reyes Católicos lograron echarlos de España.
Durante el último siglo, apenas hubo movimiento musulmán, que revivió con el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, mas tarde nos tocó a nosotros con los trenes de Atocha y al Reino Unido con los atentados de Londres, y en estos últimos tiempos es la vecina Francia la que más está recibiendo el azote del terror yihadista.
Francois Hollande, después de los atentados terroristas en París, anunció al mundo que Francia estaba en guerra contra el Estado Islámico. Me viene a la memoria, ahora, que en los cuarteles del antiguo régimen español, había grandes carteles, en los que se podía leer; «La guerra es el remedio de las cosas sin remedio». ¿De verdad que no se puede arreglar esto sin guerra?, ¿No habrá algún remedio?.
Era escalofriante ver las imágenes de los atentados en París, con los destrozos humanos y materiales y la psicosis de miedo que los terroristas sembraron en todo el mundo occidental.
Me imagino el dolor y los destrozos, también humanos y materiales, que los bombardeos de occidente puedan causar a un pueblo islámico, castigados ya por las atrocidades des sus gobernantes, y que son tan inocentes como nosotros los occidentales.
No quiero que se me interprete, que pongo las dos partes del conflicto en la misma balanza, me refiero lisa y llanamente al pueblo, a la gente, que tanto en esos países islámicos como en los occidentales queremos vivir en PAZ. Para ello debemos exigir a nuestros gobernantes que busquen soluciones y que dejen, unos de sembrar el pánico y el horror en Occidente y los otros hagan lo mismo en Oriente.
Desde los atentados de París, los países occidentales celebran reuniones al más alto nivel, para ver la manera de solucionar el problema, sin embargo no dicen quienes son los que están surtiendo de armas al ISSI, ni tampoco quienes les compra el petróleo. ¿Se solucionaría algo con el embargo de estas dos cosas?.
Otra pregunta que me hago es ¿porqué la radicalización yihadista alcanzó en Francia cotas sin precedentes?, todos o casi todos los terroristas que actuaron en París, han nacido, crecieron, estudiaron, y tienen a sus familias en Francia, son por lo tanto franceses.
Lo cierto es que los yihadístas están atacando París, el corazón de Europa, y Francia es el Estado en el que se combaten todas las facciones, es la nación, cuyo lema es, LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD, es la nación en la que la política no es la religión, en el que la sumisión es algo extraño, ajeno, es la patria del rebelde y de la libertad, mientras los yihadistas tienen por religión la muerte, quieren matar a la libertad, ya llevan años masacrando y asesinando a sus compatriotas musulmanes con el fin de que sea su concepto del mundo el que impere.
Los máximos responsables de la Unión Europea, junto a Rusia y Estados Unidos deberían cerrar filas y juntos buscar el camino que nos lleve a la Paz y a la Concordia.
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