El sábado 21 de Noviembre se celebraba en la localidad de Torremocha el I Trofeo de Otoño Memorial Borja Madera. La prueba, organizada por la escuela de karate de Torremocha, de la mano de su Sensei, Ana Palomares (Campeona del mundo de karate en Katas y Sub Campeona del Mundo de Karate en Kumite), en conjunto con el Excelentísimo Ayuntamiento de Torremocha, y en colaboración con la Federación Española de Karate Wado Ryu, comenzaba con un emotivo homenaje a cargo de la Federación Española de Karate Wado Ryu, que recordaba a su querido alumno, víctima de una desafortunada enfermedad, y donde un estruendoso aplauso por parte de todos los asistentes, que llenaban las gradas del pabellón, cargaba de emoción el momento.
En lo deportivo, la prueba ha contado con casi doscientos niños de entre tres y quince años, venidos de todas las escuelas de karate de la sierra, así como de algunas de las mejores escuelas de Madrid e incluso de Castilla la Mancha. Y que han podido participar en una jornada de karate en sus formatos, de Katas, y Kumite.
Divididos por edades y cinturones (niveles), la competición ha contado con catorce categorías diferentes donde todos los niños tuvieron cabida, independiente el nivel de los niños, ya que a parte de las categorías típicas, más competitivas (aunque sin olvidar el carácter tanto lúdico, como jovial y disciplinario de la modalidad), se creaba una categoría específica para niños que descubrían la modalidad del karate competitivo en este Trofeo. Y donde el premio que los niños recibían, era para todos.
Independientemente del resultado obtenido por todos los niños, y como ya nos tiene acostumbrada la Federación de Karate Wado Ryu, todos los niños se lo han pasado genial, y se han llevado dos enormes premios: El primero: el poder demostrar todo lo que aprenden día a día en sus clases, con la pertinentes ovaciones del público asistente cada vez que terminaban su kata o su combate, y «lo más importante», su bolsa de chuches, que con tantas ganas recogen, y con más ganas aun, se tomaron.
Destacar la actuación de todos los niños que han participado en la prueba, pero en especial la actuación de los participantes de la escuela de Torremocha del Jarama, que con menos de dos meses de preparación han demostrado sus fantásticas capacidades, no solo en lo deportivo, sino también, y valga destacar su juventud, e inocencia, en lo personal.