El pasado 14 de noviembre, en Redueña tuvimos la ocasión de poder disfrutar por segundo año consecutivo del taller de cuencos tibetanos y canto armónico de manos de Encarnación Fernández Justicia.
Para aquellas personas que no los conozcan, los cuencos tibetanos son recipientes de metal cuya función es la emulación de los sonidos de la naturaleza. Estos sonidos únicos y ricos en armonía capaces de llevar al cuerpo a un estado de absoluto bienestar y paz. Son sonidos capaces de modificar nuestras ondas cerebrales, lo cual ayuda a entrar en niveles de conciencia desconocidas, donde se encuentran los estados de sanación y místicos, ofreciéndonos una mayor receptividad a la auto sanación.
Los cuencos tibetanos también tienen la capacidad armónica los cuales son producidos en todo sonido. Estos armónicos poseen efectos beneficiosos en nuestra salud y sobre nuestro chakras, como son la reducción de los niveles de estrés y ansiedad; rápido logró de una relajación profunda; mejora de la concentración, de la creatividad y de la visión; equilibrio de los dos hemisferios cerebrales. Es imposible escuchar sonidos y frecuencias que están fuera de nuestro campo auditivo o capacidad, sin embargo mediante los armónicos podemos resonar con ellos.
Como novedad respecto al año pasado, es que algunos de los participantes de la actividad han podido disfrutar del taller tumbados, los que ha ayudado a llegar a un mayor grado de relajación.