Aunque no hay provincia española que se prive de las virtudes de este suculento plato, se cree que la receta de las patatas a la importancia es originaria de Castilla León, tierra que destaca por el cultivo de este preciado tubérculo, y por el importante papel que juega en su gastronomía. Como ya se comentó en el artículo anterior, la patata llegó de forma tardía a los pueblos del Valle de Lozoya, pero rápidamente se convirtió en uno de los ingredientes principales de los platos serranos, por su economía y versatilidad.

Frente a otras recetas tales como las patatas a lo pobre, las viudas o las julianas, las patatas a la importancia ofrecían al paladar las bondades de este fruto de la tierra mezclado con la suavidad de una crema resultante de hervir en agua la patata envuelta en harina. De este modo, además de adquirir (tal y como le concede el nombre) mayor importancia en la mesa, se conseguía matar el hambre con un único plato, algo tan valioso en tiempos de posguerra.

Con el tiempo el plato se fue enriqueciendo y en algunas regiones españolas se empezó a acompañar de huevo duro, verduras o marisco. A las patatas a la importancia que tradicionalmente se preparaban en el Valle de Lozoya no se les añadía ninguno de estos elementos; con pocos ingredientes conseguían preparar un plato de elaboración sencilla y resultado espectacular.

PATATAS A LA IMPORTANCIA

– INGREDIENTES:

– 3 patatas

– 2 huevos

– 1 cebolla

– 2 dientes de ajo

– 1 tazón de harina

– 1 ramillete de perejil

– Aceite de oliva

– Agua

– Sal

– Azafrán

Se lavan las patatas, se pelan y se cortan en rodajas de 1cm de espesor o un poquito menos. Se salan y se rebozan en harina, después en huevo y se fríen hasta que estén doradas. Se retiran y se colocan en una cacerola.

Se pocha la cebolla y se añade una puntita de harina; se remueve y se echa sobre las patatas. Se cubre todo con agua y se ponen unas hebras de azafrán. Se rectifica de sal.

El guiso debe cocer en total de media hora a tres cuartos. 10 minutos antes de finalizar se añaden el ajo y perejil majados y se remueve con cuidado. Se retira del fuego y se sirve caliente.