Luis Fco. Durán Carretero.
Empezando porque son dos mentiras, ni son Fiestas, Fiestas, ni son patronales…son eso, beberciales.
Ni tienen arraigo, ni por qué, es simplemente eso, unas fiestas en pleno verano para tener la disculpa de ponerse ciego con el consentimiento del ayuntamiento pertinente y para regocijo del clero, que a lo tonto santifica el día de un santo que le pertenece y otro que se inventan. Mejor para el cepillo.
¡Sí! Porque la mayoría de las fiestas que se celebran en verano son inventadas, no pertenecen ni de coña a la festividad señalada y tradicional de cada pueblo, salvo honrosas excepciones.
Las Fiestas Patronales, se celebraban en honor al Santo Patrón de cada pueblo. Esto a la vez se realizaba cuando se acababan las labores del campo, usease, cuando se acababa la trilla y la recogida del grano, una vez que quedaban bien pertrechados los pajares y graneros, para aguantar el duro invierno. Este es y era y, debería ser el motivo de las Fiestas Patronales de un pueblo. Ahora se hacen simplemente porque hay que hacer las fiestas y punto.
En un pleno del ayuntamiento de cualquier pueblo se aprueban fechas, presupuesto y ya tenemos fiesta. Bueno fiestas, lo que se conoce como el macro botellón elevado al cubo, en el que cada uno campa a sus anchas, sin importarle donde mea, donde caga ni a quien le jode una puerta o una ventana…estamos de FIESTA¡¡ y a joderse tocan.
Existe una gran diferencia, de por qué y para qué se crearon las fiesta, a lo que ahora mismo se vive. Es tan parecido como rascarte los huevos, a una patada en los cojones, parece la misma fiesta, pues en ambas van los huevos incluidos, pero el resultado no es el mismo.
Las Fiestas se crearon para que la gente del pueblo se juntara, tuvieran unos días de asueto, pocos pues el campo es lo que tiene, les visitaran familiares, disfrutar de unos jarros de vino y un poco de música y sacar a la mujer a echar un baile, mientras algún mozo intenta apartar de las miradas alguna chavala, aprovechando que estrena chaqueta y se ha cortado el pelo.
Nada que ver con lo que es y para lo que son las fiestas de ahora, su única misión, es haber quien se pone más pedo. A partir de ahí, el respeto es lo de menos…lo que importa es ir completamente ciego y por supuesto, por supuesto…presumir de ello.
Como cambian los tiempos. Dicen que son mejores, a mí me cuesta creerlo, antes nos juntábamos para tomar Chatos y charlar un rato, ahora «chatean» en la misma mesa y no hablan entre ellos. Hasta en eso hemos cambiado, estamos rodeados de un sinfín de aparatos tecnológicamente perfectos para comunicarnos y sentirnos más cercanos, lo que consiguen, es que, aunque estemos al lado, nos sintamos cada vez más alejados. Que tristeza da pensarlo y mucho más aceptarlo.