José de Villamisar
El pasado sábado día 13, se proclamaron los nuevos alcaldes que se estrenaron en los ocho mil ayuntamientos españoles. Unos entran entre incógnitas no despejadas, y otros entre «enigmas de mal agüero».
En el Partido Popular tocan «a arrebato», y pronostican catástrofes, epidemias, y casi el fin del mundo, volotean por el aire los ecos de cuando también tocó alarmarse tras morir Franco y el editorialismo de la época auguraba , también, grandes cataclismos, caos en las calles, descomposición de la Patria etc., etc,., fue tal el pánico que en aquella época sembraron, que mi pobre abuela decía, ¡ay, Dios mio!, «que Dios nos coja en zona nacional».
Más tarde llegó la legalización del Partido Comunista, que trajo la dimisión de algún Ministro que no pudo aguantar semejante afrenta.
Como decía, los agoreros cruzan el terruño patrio profetizando la debacle, mientras se estrenan como alcaldes, los que para ellos son radicales, indeseables, gentes sin corbata y desaliñados. Dicen que volveremos al 36,que están acaeciendo hechos parecidos a aquella época: el auge independentista, corporaciones sin Dios etc.
Yo creo que hay una gran diferencia entre aquella época y la actual. En el 36, los milicianos violaban a las monjas, y hoy las monjas arengan y animan a los milicianos, encabezan manifestaciones contra los desahucios, marchas independentistas y agitadores sociales, en contra de la injusticia. Me estoy refiriendo, a Sor Lucía Caran y a Sor Teresa Forcades, que están dando un ejemplo de como seguir el evangelio.
Cuando en 1982 cuando el socialismo ganó las elecciones, vinieron los mismo pánicos y sembraron la idea de que vendrían confiscando hasta las gallinas de cualquier corral.
Ahora, en el año 2015, seguimos con la misma cantinela de amedrentamiento, añadiendo que «esto será Venezuela».
Mientras ellos siguen aplicando la política del miedo, una mujer, ya veterana y apoyada por la plataforma de Podemos, se hace con la alcaldía del ayuntamiento de Madrid, que llevaba 24 años gobernado permanentemente por el Partido Popular, que accedió al poder en el año 1991.
En otra ciudad, Barcelona, Ada Colau, activista de movimientos sociales, como el movimiento «ocupa» y la Plataforma de afectados por la Hipoteca, entre otros, irrumpe en el Ayuntamiento encabezando la plataforma «Barcelona en Común» y desbancando de la Alcaldía a Xavier Trias de Convergencia Democrática de Cataluña.
Lo mismo pasó en Valencia, Cádiz, Sevilla y otras grandes ciudades.
Y, ¿en Galicia?. ¡Ay, en Gallicia!. Las mareas atlánticas invadieron la costa norte, anegando la Ciudad de Ferrol, que, con «Ferrol en Común», logró aupar a su líder Jorge Suárez a la Alcaldía.
En la Coruña, la Marea, se llevó por delante todo lo que quedaba del Partido Popular, y Xulio Ferreiro es desde el día 13 alcalde de la Ciudad.
Y la mareas se fueron adentrando tierra adentro, como si de un tsunami se tratara, llegando a la mismísima Compostela, ciudad de clérigos y de aristócratas, ciudad del Apóstol y del Botafumeiro, pero también ciudad de Carolina Bescansa, allí Martiño Nogueira se hizo con las riendas de la ciudad, para los próximos cuatro años.
Una de las primeras medidas de Martiño como Alcalde fue, notificar a la Casa Real que, ni él ni nadie de su corporación participaría en la Ofrenda que tradicionalmente hace el Rey al Apóstol Santiago cada 25 de Julio en la Catedral de Compostela. ¡Con la Iglesia hemos topao amigo Martiño!.
Señores del Partido Popular, y también del Partido Socialista, se os está acabando la mamandurria.
Sé el primero en comentar sobre "NUEVOS TIEMPOS"