Como decíamos en el artículo anterior, la respuesta de ansiedad es diferente a la de estrés, y ambos requieren de medidas de intervención diferentes.
Si nos hemos cerciorado que nuestro problema es fundamentalmente estrés, bien sea por circunstancias laborales, familiares o personales, lo primero que debemos hacer es empezar por conocer el motivo por el que nos sentimos estresados. Cuándo lo tenemos claro debemos tomar una medida u otra, ya que las situaciones no son las mismas. Estas medidas pueden clasificarse en tres grandes bloques:
Nivel fisiológico. Las medidas que forman parte de este bloque tienen que ver con la relajación, el ejercicio físico y una buena alimentación. Cuidar estos aspectos es importante para enfrentarnos a situaciones estresantes de forma eficaz, ya que nuestro organismo estará en una forma óptima.
Nivel cognitivo. En muchas ocasiones es el diálogo interno o lo que se dicen en su interior las personas el que alimenta a el estrés. Transformar este diálogo en algo positivo, con frases motivacionales que nos ayuden a seguir y pensar de forma optimista hará que gestionemos esa situación a priori estresante de la mejor manera posible.
Nivel conductual. Gestionar nuestro tiempo y planificarlo, ya sea con el uso de agendas, post-it o alarmas en el móvil es una buena forma de disminuir el estrés, ya que tratar de recordar todo lo que tenemos que hacer en nuestras cabezas es de por sí solo estresante. Al volcarlo en una agenda nos ayuda a liberarnos y disminuir el estrés. En este bloque también entrar las actividades agradables o fomentadoras de emociones positivas que nos ayudan a descargar estrés y sentirnos mejor con nosotros mismos.
Cuando nuestro problema es la ansiedad, el tratamiento es más complejo, ya que en estos casos las medidas que se toman si son mucho más individualizadas. A priori, recomendamos también seguir las medidas descritas más arriba, sin embargo, en estos casos recomendamos acudir a un profesional que haga una evaluación más detallada.
Si bien, estas medidas son muy generales, por lo que no dude en contactar con nosotros ante cualquier duda y tenga en cuenta que sea cual sea su caso, el poner remedio a tiempo es la forma más eficiente de enfrentar un problema.
Y sobre todo, tómese la vida con humor y optimismo, ya que serán los mejores antibióticos del estrés y de la ansiedad.
Cristina López Mérida
cristinalm.psicologia@gmail.com
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