El Aula Anticapitalismo de la Universidad Popular Uniposible organizó recientemente una charla-debate, en la que contamos con la participación de Pedro Barea y con una interesante muestra audiovisual. De dicha charla y de las reflexiones de los participantes se ha elaborado este artículo.
Venezuela es un país situado en América del Sur, con una extensión casi el doble de la de España, poblado por unos 30 millones de habitantes. En el pasado siglo fue lugar de emigración de numerosos compatriotas que hoy, con sus descendientes, todavía forman una numerosísima colonia. En Venezuela, además, están localizadas muchas empresas españolas que desarrollan una actividad muy variada y lucrativa.
A principios del siglo XX, empezó a extraerse petróleo de Venezuela, y buscando los beneficios de su explotación la población extranjera empezó a instalarse en el país, entre ellos los españoles, al mismo tiempo que la población autóctona se concentraba en las ciudades, especialmente en la capital Caracas.
De Venezuela nos son conocidos, entre otros, su ilustre hijo el libertador latinoamericano Simón Bolívar; de allí nos ha llegado el famoso joropo venezolano «Alma llanera», segundo himno oficioso del país, y ,posteriormente, casi todo el mundo conoce el nombre de su presidente Hugo Chávez, fallecido hace poco tiempo.
¿Qué pasa en Venezuela de lo que tanto se habla en España y en general mal? Remontándonos en el tiempo, ya hemos hablado de la extracción de petróleo, cuyos beneficios fueron a parar a empresas extranjeras y a una clase social urbana que los acaparó, mientras que grandes masas de población malvivían en los suburbios de Caracas( el cantautor Alí Primera escribió e interpretó una famosa canción titulada «Las casitas de cartón» en donde retrata esta situación). En los últimos 40 años del pasado siglo, incluso nacionalizado el petróleo, los sucesivos gobiernos del país poco hicieron por repartir las rendimientos petroleros; el malestar crecía y estalló en el llamado Caracazo, en 1989, reprimido por el entonces presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, con miles de víctimas.
En 1999, agotado el modelo político anterior, Hugo Chávez ganó democráticamente las elecciones presidenciales y comenzó un cambio con la promulgación de una nueva Constitución. Desde entonces, Venezuela no ha dejado de mejorar sus datos económicos y sociales siendo reconocida en la actualidad por diversas agencias de la ONU(son datos reconocidos internacionalmente) como el país con menos desigualdades sociales de América del Sur, libre de analfabetismo, que ha cumplido los objetivos del Milenio, con una tasa de paro bajísima, alimentación básica subsidiada, con acceso a la salud de todos los habitantes y con índices de pobreza en permanente descenso. Venezuela, además, ha puesto en marcha, junto con Cuba, la operación «milagro»mediante la cual 3 millones de latinoamericanos han sido operados de cataratas gratuitamente.
Algunos problemas no se han resuelto y persisten una alta violencia criminal(como en muchos otros países latinoamericanos), elevada inflación y corrupción, no erradicada todavía.
¿Cómo es que logros tan evidentes y contrastados como los anteriores no han sido reconocidos por los países occidentales, insistiéndose obsesivamente en los fallos ? ¿Por qué se ataca a Venezuela con tanta virulencia? Tratemos de explicarlo:
Venezuela tiene las mayores reservas contrastadas de petróleo, y como cualquier otro país con recursos energéticos se encuentra permanentemente en el punto de mira de Estados Unidos que necesita energía abundante y si es posible barata para mantener su hegemonía. Venezuela, además, se encuentra en un lugar estratégico pues su petróleo está a tan solo 4/5 días de travesía de Estados Unidos, mientras que el petróleo de Oriente Medio no llega hasta pasados 40 días de navegación, con el aumento de costes que eso conlleva ( ver a este respecto el gracioso, sencillo y breve documental «¿Qué pasa en Venezuela?», que se encuentra en las redes sociales).
Otra razón de este acoso es que los sucesivos gobiernos bolivarianos han empoderado a la población más pobre del país, que va tomando poco a poco las riendas del poder de su país a través de una mejor educación y participando permanentemente y a todos los niveles en las decisiones que les afectan; esta políticas que tienden hacia el socialismo tampoco son del gusto occidental.
Por último, Venezuela está potenciando la unión de los países latinoamericanos a través de instituciones como el Alba, Celac, Unasur, Mercosur y Petrocaribe, en donde no participa Estados Unidos, lo cual altera la influencia que secularmente ha venido ejerciendo sobre toda la zona( es clarificadora la lectura del libro «Las venas abiertas de América Latina» de Eduardo Galeano, recientemente fallecido).
Por todos los motivos anteriores, no es de extrañar la mala prensa que Venezuela tiene dentro del ámbito del mundo capitalista occidental, teniendo en cuenta, además, la concentración de los medios de información en manos capitalistas( se puede ver en las redes sociales el documental » El cuarto poder», sobre este asunto).
Las críticas al gobierno venezolano se encuentran también dentro del propio país. La burguesía rentista venezolana que vivía del petróleo, de la importación de productos, que había acumulado un gran poder económico y mediático( ¡70% de los medios de televisión, radio y prensa están en manos privadas¡) no quiere perder sus posiciones de privilegio y, apoyada por Estados Unidos, se opone al gobierno venezolano, unas veces por medios democráticos y frecuentemente, por actos golpistas, El gobierno bolivariano, que solo ha perdido una elección entre las17 efectuadas en los últimos años, elecciones certificadas como absolutamente transparentes por observadores internacionales, ha tenido que enfrentar a la oposición que perpetró un golpe de estado en 2002 y otro ,afortunadamente abortado, en 2015, además de ser responsable de las algaradas criminales del pasado año que dejaron un saldo de 43 muertos. ¿Se puede criticar al gobierno venezolano porque tome medidas para garantizar la legalidad y que encarcele a los responsables intelectuales de las recientes algaradas y del golpe de estado, Leopoldo López y Antonio Ledezma?
En España, los gobiernos del PP han deteriorado las relaciones con Venezuela que se ha sentido atacada injustamente por la derecha española y por los medios a su servicio, que siguen en esto ,como en otros asuntos, las indicaciones de Estados Unidos, que es el responsable a la postre de esta situación de confrontación, que se ha visto incrementada con el decreto del presidente Obama de declarar a Venezuela peligro para la seguridad de Estados Unidos; afortunadamente para Venezuela, todas las instituciones latinoamericanas han rechazado dicho decreto y en la reciente Cumbre de las Américas han reiterado su oposición a esa declaración estadounidense. Desgraciadamente no creemos que esta ofensiva estadounidense tienda a desaparecer, pues sus intereses en juego son muy importantes.
En resumen, creemos que Venezuela no constituye amenaza para nadie; antes bien, es un país amenazado. Aunque solo fuera por honestidad intelectual, habría que desmontar las mentiras que se lanzan sobre esta nación, además de agradecer a Venezuela que sea un referente positivo en muchísimos aspectos para América y el resto del mundo.
Sé el primero en comentar sobre "Venezuela, ¿amenaza o amenazada?"