La depresión es un problema que afecta cada vez a más personas. En el año 2000 era la cuarta causa de incapacidad en el mundo; a día de hoy se estima que para el 2020 ascienda al segunda puesto.
Pero, ¿qué podemos hacer para prevenirla? La clave probablemente esté en trabajar desde la infancia. Si facilitamos a los más pequeños un desarrollo sano, dotado de recursos y herramientas que les ayuden a enfrentarse a las adversidades, probablemente la prevalencia de la depresión en 2020 sería menor. Ahora bien, ¿cómo lo hacemos?
Existen diferentes investigaciones que están centradas en desarrollar programas eficaces para la prevención de la depresión. Los ingredientes que están teniendo en cuenta son:
1) Optimismo. Las personas más optimistas muestran menores índices depresión, por lo que se convierte en un importante factor de protección.
2) Afrontar el estrés. El estrés no tiene porqué ser perjudicial, y de hecho probablemente nos vayamos a topar con él en muchos momentos de nuestra vida. La clave está en tener herramientas para poder gestionarlo. En la medida en que sepamos hacerle frente, estamos protegiéndonos de la depresión.
3) Habilidades sociales. Saber desenvolverse y relacionarse en las diferentes contextos sociales que nos plantea la vida, va a favorecer a que nos adaptemos mejor y con ello se convierte en un factor de protección para la depresión.
4) Resolución de problemas. Se trata de que ante un problema la persona sepa escoger la mejor opción, sopesando las diferentes alternativas y llevando a cabo un plan de actuación estructurado, y por supuesto, reponer dicha solución si no ha funcionado. En la medida en que la persona es capaz de hacer un buen uso de las técnicas de solución de problemas, esta protegiéndose de la depresión.
Si bien estos no son los únicos ingredientes, la educación emocional, fomentar la curiosidad para cambiar hacia lo positivo, desarrollar las fortalezas del niño, la creatividad, etc. también son factores protectores.
Así mismo, fomentar una relación de seguridad con el niño, marcando límites y normas claras que le sirvan de guía y teniendo una figura de referencia que haga de modelo y de punto de apoyo cuando tenemos un problema, serán los ingredientes esenciales.
Si queréis leer más sobre este tema os recomendamos el artículo Prevención de la depresión en niños y adolescentes: revisión y reflexión, en él encontraréis todos los estudios con mayor detalle.
Si quieres consultar cómo trabajar cualquiera de estos puntos o te apetece informarte más sobre este tema, puedes escribirme a cristinalm.psicologia@gmail.com y estaré encantada de poder ayudarte.
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