Este mes de marzo, entrará en la historia como uno de los más lluviosos de la historia, desde que se tienen datos. Este mes no sólo ha habido muchos días de lluvia seguidos, sino que la intensidad y la fuerza han sido la tónica habitual. Si, a todo el agua en forma de lluvia, se le suma el deshielo de la nieve en las cumbres nos ha llevado a vivir momentos complicados, donde prácticamente todos los pueblos de la Sierra han sufrido algún tipo de daño, aunque afortunadamente no ha habido daños personales. Eso si la lluvia se mantiene, y el 16 de marzo amanecía en muchos pueblos con una buena capa de nieve, que fue desapareciendo según pasaba el día.

La Comunidad de Madrid ha destacado la coordinación del Ejecutivo autonómico con los 88 municipios más afectados por la borrasca Jana desde el pasado 6 de marzo. El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, visito el 15 de marzo Alameda del Valle y Puentes Viejas, en la Sierra Norte, dos de los más damnificados por las fuertes lluvias de estos días junto a los alcaldes Eli Crespo y José María Martín Ramírez. 

García Martín ha trasladado a sus alcaldes que el Gobierno regional va a estar “al lado de los ayuntamientos, especialmente los más pequeños, para que los servicios públicos funcionen con mayor normalidad”. 

En la Sierra Norte los daños causados por las borrascas

han sido Braojos, Buitrago, Bustarviejo, Cabanillas, Canencia, El Berrueco, Garganta de los Montes, Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, Gascones, Guadalix, Horcajo de la Sierra-Aoslos, La Cabrera, La Serna del Monte y Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias. 

También se han visto afectados Manzanares El Real, Miraflores de la Sierra, Navalafuente, Pedrezuela,Piñuecar-Gandullas, Puebla de la Sierra, Puentes Viejas, Soto del Real, Talamanca de Jarama, Torrelaguna, Valdemanco, Venturada, y Villavieja del Lozoya. 

La mayor parte de los desperfectos ocasionados por el agua caída están relacionados con desprendimientos de cornisas y goteras en edificios. También se han presentado daños en caminos, carreteras, parques y puentes secundarios de manera puntual. 

El Gobierno regional activó el pasado 6 de marzo el Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones (INUNCAM) que actualmente se encuentra en situación operativa 0. Con este recurso, la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 realiza un trabajo preventivo de planificación sobre la situación de ríos, embalses en base a las previsiones meteorológicas y de comunicación a los ciudadanos para que extremen la precaución, evitar zonas inundables y reducir los desplazamientos por carretera. 

Aunque ninguna de la vías principales se ha visto afectadas, si ha habido cortes en Lozoya, en la M-637, por caídas de árboles y problemas en uno de los puentes que cruza el arroyo de la Fuensanta; en Canencia también hubo cortes, así como en la M-137, en la carretera de Gandullas.

Otra vía afectada, ha sido el camino que unía CincoVillas con Navas de Buitrago, por donde suelen transitar los camiones que se dirigen a esta población, uno de los puentes desapareció.

La crecida del Río Lozoya afecto a caminos, dificultando el paso a los ganaderos, y haciendo temer a sus vecinos que el agua llegara a sus casas, como ocurrió hace unos años. 

Otro de los fenómenos han sido cauces de arroyos que casi todo el año van secos, y que atraviesan el centro urbano de algunos pueblos: Torrelaguna, Valdemanco o Soto del Real, no sólo llegaban a su nivel máximo, sino que se desbordaban y llegaban a las casas como en Soto. 

Aunque no ha hecho falta estar junto a un río, para ver casas y jardines anegados; la intensidad de la lluvia, y una mala planificación urbanistica ha provocado la acumulación de agua en las calles y, por tanto en los edificios adyancentes.

En Venturada desde el ayuntamiento avisaban de que el acceso a la EDAR, junto a la N-320 quedaba inutilizado debido a la crecida del río.