Ilustrando la memoria en la Mancomunidad del Embalse del Atazar

Las manos que se quedaban enteleridas al lavar las tripas del cerdo en el arroyo para hacer las morcillas o chorizos…

Bogas, truchas, barbos y anguilas que se pescaban a mano o con trasmallo a escondidas del guarda del río…

La Botarga, un hombre que ataviado con una falda de cuello a cintura y otra de cintura a pantorrillas y un cinturón de cencerros perseguía cada 1 de enero a los niños por el pueblo y sus alrededores…

Las piedras de porcelana que salían a recolectarse expresamente o se recogían en los largos ratos que mozos y mozas pasaban pastoreando por el campo y que después vendían a un Señor de Montejo…

Las vaquillas que salían ataviadas con sus pañuelos de colores, lazos y escarapelas a pedir el aguinaldo a los pueblos vecinos…

Regar la ropa extendida en el prado después de haber sido lavada en el arroyo o en el lavadero para que blanqueara…

Ayudarse del zapapico para cortar jaras que se usarían como leña, lo mismo para hornear pan que para calentar el hogar…

Jugar al cinto, al puchero o a la soga las tardes de domingo de cuaresma en las que el baile estaba prohibido…

Estos y otros recuerdos brotan en las reuniones en torno a un café, una manzanilla o en los paseos por las calles y aledaños. “Relatos y un café” es un espacio en el que las personas más mayores de los pueblos que configuran la Mancomunidad del Embalse del Atazar: Patones, El Atazar, El Berrueco, Cervera de Buitrago, Robledillo de la Jara,  Serrada de la Fuente, Paredes de Buitrago, Mangirón y Cincovillas, han traído a su memoria fiestas, tradiciones, trabajos del campo solitarios o compartidos, juegos, cantares, reflexiones y vivencias.

A partir de sus testimonios, niñas, niños y jóvenes de estos pueblos elaboran durante el verano toda una serie de collages que formarán parte del Álbum ilustrado de la memoria. 

Estas son sólo dos de las muchas actividades enmarcadas dentro del proyecto “Patrimonio Y Cultura Rural:  Valorización de recursos del patrimonio cultural inmaterial” que está en marcha para contribuir en la puesta en valor y transmitir el rico universo de conocimientos de toda índole que ha sido legado generación tras generación y ha modelado la identidad de estos pueblos.

Valorización de recursos del patrimonio cultural inmaterial

Se trata de un proyecto colaborativo en el que participan técnicos de la Mancomunidad y los municipios, población local y otras entidades como la asociación Redes de Educación, Patrimonio y Cultura y que ha sido financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Además de estas acciones, se está llevando a cabo trabajo de campo que permitirá elaborar un atlas etnográfico de la zona con aportaciones sobre el patrimonio cultural  inmaterial de la zona: ritos, fiestas, costumbres, música y bailes, gastronomía…

A partir de los testimonios de las personas más mayores del municipio, reunidas durante meses alrededor de mesas de la experiencia, se han podido recoger saberes comunitarios e individuales que permiten poner en valor la memoria de las personas que han habitado y habitan el territorio.

El proyecto tiene como objetivos recuperar la memoria comunitaria que constituye el patrimonio cultural inmaterial de la mancomunidad, recogerla y organizarla para que sea accesible a todos sus vecinos y personas interesadas en conocerla y realizar acciones en los centros educativos y en grupos formales e informales de jóvenes para dar a conocer estos tesoros, a menudo escondidos.

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