Carolina Olivera
En muchas ocasiones me he preguntado a mí misma si no vivimos en una cultura que reprime algunas verdades básicas. Desde tiempos inmemoriales los conceptos: innovación y creatividad desarrollaron lenguajes que podían explicarnos, de manera nueva, el mundo que nos rodeaba y del que a menudo sólo roza(ba)mos la superficie.
Opino que la creatividad es el motor que debe ser y estar en el mundo. Entiendo también que su discurso de representación es necesario ya que nos ayuda a imaginar posibles futuros que nos servirán para el cambio y la transformación de nuestra vida.
¿Pero qué se esconde detrás de la creatividad?
A menudo una tiene la impresión de que la creatividad está siendo utilizada de manera interesada, usada en un contexto económico y social que nada tiene que ver con lo creativo ni con su creador. A este respecto me gustaría abrir una línea de aproximación y entendimiento que permita reafirmar, respaldar y entender a la creatividad.
Para ello pido al lector que haga un pequeño mapa conceptual sobre la época en la vivimos ¿vivimos en una época única? Bien es cierto que, por un lado, pertenecemos a una generación triunfante que investiga el universo y cartografía el genoma del ser humano, pero, por otro lado, somos la primera generación que realmente está consiguiendo ocultar, aunque sea de manera sutil, al peor enemigo que tenía el sistema capitalista: el pensamiento reflexivo, crítico e inventivo.
¿Dónde están los colores y los sonidos? ¿Dónde estuvo el color verde de la hierba durante la noche? ¿Es posible captar el amanecer sobre un río?¿Puede un color mostrar el momento en el que la bruma cubre un ambiente? ¿Cómo puede la luz expresar la inmediatez de un instante? ¿Dónde estaba el aroma antes de que estuviese en el pan? ¿Cómo se ve el Sol desde los distintos planetas de nuestra galaxia? ¿por qué no vemos la luna siempre igual?
En las últimas décadas, los seres humanos estamos descuidando nuestras raíces culturales y naturales: la admiración, la curiosidad y el asombro. ¿Entendéis lo que quiero decir? estoy hablando de esa manera de pensar que podría traducirse en una pregunta, que bien formulada, podría ser la concreción de lo extraordinario.
A mí me serena pensar que la humanidad es capaz de recuperar la belleza de estos pensamientos. Ideas e ideales que preceden al pensamiento creativo y que son capaces de encontrar la frescura de este mundo y el amor genuino por crear.
Aunque, ahora que lo pienso, quizás sea eso la creatividad: el retorno a un mundo que hemos ido haciendo nuestro y que siempre nos puede sorprender ¿No sería hermoso deambular así por el mundo? ¿No sería hermoso contemplar el mundo con una visión ingenua y de infantil simplicidad?
Sigo pensando en todo ello, sigo pensando en crear.
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