La plaza de la Picota, cuando los primeros rayos del sol se vislumbran más allá del embalse de El Atazar, sobre las 7 de la mañana, vecinos de El Berrueco, algunos de con trajes tradicionales, se citan para rememorar una jornada de antaño, la Siega. 

Este 22 de julio se vivió esta escena, donde los protagonista, tras coger fuerzas con las típicas galletas y bollos con anís de El Berrueco se dirigieron a la finca donde se planto el cereal. En buena compañía y con los burros como compañeros para disfrutar, que sobre las 10, se completará con un almuerzo de chorizo, lomo de orza, torreznos guardados de la matanza para la ocasión y para recuperar energías.

A lo largo de casi dos horas, con tranquilidad se fueron turnando los participantes para cortar el cereal, recoger las mies, atarla y guardarla para cuando se trille.

La jornada finalizaba con las joteras del pueblo bailando una jota de los segadores en la plaza de la Picota.