Luis Fco Durán Carretero
Si el agua de lluvia calara en la tierra como la mentira y las falsas esperanzas en esta sociedad, esto sería un vergel, pero desgraciadamente no se le parece en nada. La lluvia es pura y cristalina y dependiendo donde y como caiga, se puede convertir en una inundación, con efectos nada saludables para los “inteligentes homo-Insapiens” que deciden llevarle la contraria, con construcciones inapropiadas, pero que son apropiadas para llenarse los bolsillos. No hay problema si en un “despiste burocrático” perecen unos cuantos pobrecillos. Quien iba a pensar que esto podría ocurrir. Lo lamentamos profundamente. Escueto y “cariñoso mensaje” a los familiares. Punto. A reclamar al maestro armero, el muerto al hoyo y el vivo a salir en los telediarios. Si son hábiles le quitan unos cientos de euros a la cadenas vividoras y si son listos se pegan cuatro años viviendo a cuenta de los difuntos, pero lo que importa, que es arreglar el desatino que ocasionado ese desgracia, pasa a ser algo pendiente de solucionar, pero que si no se repite en los próximos años, pues se queda en una anécdota, trágica, de la que no se va acordar ni dios, porque no conviene.
Es a lo que nos estamos acostumbrando en esta “sociedad” en la que ¿vivimos? A que los “Sres. Políticos” nos manejen, engañen, manipulen, nos la chupen…la sangre, no lo que deberían. A estos especímenes con aires de señores, no les importa nada más que seguir cuatro años más chupando del bote, la sociedad les importa una mierda. Lo único importante es su ego, que le tiene enorme, casi tanto como sus ganas de perpetuarse en el cargo. Además nos hayan convertido en esclavos. Esclavos con aires de “libertad y de señorío”. Pa que nos lo creamos…. Y el único señorío que nos queda es pagar con tarjeta, porque no tenemos un pavo, es otra secuela de la puta pandemia, entre otras cosas, que el gobierno, para “evitar” contagios, paguemos con tarjeta. Les ha venido a güevo para asfixiarnos un poco más. La máquina recaudadora gubernamental a recaudar como loca. ¡Champan! Dicen, también, que con esto se evita el dinero negro, pero que dinero negro ni ostias, si exceptuado ellos, que cobran de nuestros impuestos, y cobran mucho y, muchos, por cierto. Somos el país con más políticos perca pita del mundo mundial y parte del extranjero, los demás estamos pelaos. Los curritos estamos sin un gil en el bolsillo y, para disfrutar de unas “vacaciones” o similar, hay que ir hipotecándose, adelantando el sueldo de tres meses que no hemos cobrado y que nos costará un treinta por ciento más. O, que cuando seamos capaces de pagarlo, que como vamos tan adelantados, se sumará otro tanto por ciento MÁS. NO acabaremos de pagar la deuda en la pUta vida. Pero no hay problema, como todavía nos queda un mes para que nos arreglen la vida, seguiremos escuchando las paridas de TODOS los políticos de la fauna nacional. Gente sin criterio, sin vergüenza, sin ninguna credibilidad, mentirosos, cantamañanas. Gente capaz de decir una cosa y la contraía sin pestañear en un par de horas, y, sin que se les corra el rímel cuando se descojonan de nosotros. Espeluznante. Votad, votad, votad pardillos. babean, mientras se frotan las manos…
La gente, entre los que me encuentro, estamos locos porque nos presenten el paraíso, el de los pobres. Pero paraíso. Donde después de haber currado toda la vida, No toda la puta vida. Esa parte, la puta, se la debemos a estos egoístas descerebrados, independientemente de su credo. Todos tienen su credo, lo bueno de esto es que llegado el momento, cambiando la erre de sitio, también les llegará su once de noviembre. Podamos disfrutar de unos ratos de tranquilidad, de tomar unos chatos, de pasear y de ver a los amigos que queden de nuestra juventud, de escribir, de leer, de SER Y DE ESTAR. ¡¡COJONES!! YA ESTÁ BIEN DE NINGUNEARNOS!!
Lo que consiguen al final, es que, los que les siguen se enfrenten entre ellos para que ellos coman, mientras ellos se quedan sin dientes. Una metáfora cojonuda a todas luces…que pena…
Qué pena de vergel que nos estamos perdiendo, porque si la lluvia fuera tan permanente y tuviera tanto calado como la mentira no habría fuego que la extinguiera.
¡¡Salud!!
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