El portavoz socialista de Medioambiente, Vivienda y Urbanismo en la Asamblea de Madrid, Antonio Fernández Gordillo, ha alertado que la nueva Ley de Viviendas Rurales que pretende poner en marcha el Gobierno Aguirre «nos retrotrae a tiempos del lejano oeste».
«Diseminar parcelas de 60.000 metros cuadrados por todo el suelo rural de nuestra región sin los mínimos servicios de suministro de agua, de luz o de tratamiento de aguas fecales nos retrotrae a tiempos de lejano oeste que no deseamos para la Comunidad de Madrid» ha criticado.

Para el diputado socialista, esta nueva medida del Ejecutivo popular constituye un «atentado» a la ordenación racional del territorio y la sostenibilidad medio ambiental. «En una región densamente poblada como la madrileña, este proyecto de Ley plantea un todo vale en suelos no urbanizables, aproximadamente el 17 % del territorio madrileño, que supone una amenaza para el medio natural» ha explicado.
A su juicio, esta ley promueve «la destrucción de suelo natural y el crecimiento horizontal», lo que para el socialista no es más que una muestra de la «apuesta por el ladrillismo que provocó la crisis que padecemos en la actualidad y un modelo de movilidad basado en el vehículo privado» que lleva a cabo el PP.
Por último, Fernández Gordillo ha explicado que «esto convierte el urbanismo en la Comunidad en una disciplina laxa sin herramienta alguna para proteger el interés general, ni controlar la dispersión urbana o el consumo irracional del suelo».
A principios de semana, tras conocer este anteproyecto de ley, el secretario general del PSM y portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Tomás Gómez, lo calificó de «torpeza», no sólo por atentar contra el medioambiente, sino también por basar el futuro, de nuevo, en el ladrillo, por lo que anunció que el Grupo Parlamentario Socialista del Hemiciclo de Vallecas presentará una enmienda a la totalidad contra esta ley.