“AMOR 

Y poesía

Y más que certidumbres

Son mis dos libertades” JORGE RIECHMANN

Rosa Ortega Serrano

Piedad y ternura, una buena manera de empezar casi cualquier cosa. Reflexión y generosidad una buena manera de acabar casi todos los días. Desprecio e ignorancia una única manera de enfrentarse a todos aquellos que nos querrán salvar la vida en las próximas elecciones. Nos dirán que son ellos los que traen el bien. Que todo lo bueno que no hicieron, ahora es posible. De regalo ofrecerán sus ocurrencias bordadas en asfalto, el metro llegará hasta la puerta de casa, no importa la distancia, para eso está la imaginación. Abrirán las piscinas, ampliarán jardines, habrá más recursos para el colegio, un parque nuevo, conexiones reales y virtuales, tecnología para todos, asistencia domiciliaria con servicio de lavado y planchado.

Nos contarán que nada de enriquecimiento personal, ni de otorgar favores a la familia. Sí al desarrollo sostenible (sea lo que sea que signifique eso). Mantendrán las tradiciones, incluida la de sentirse importantes en las procesiones locales. Querrán que los jóvenes se conviertan en antropólogos culturales y resuciten el sentimiento de pertenencia a una comunidad sin prácticas comunitarias. Intentarán volvernos locos para que no entendamos nada de su discurso, como mucho la palabra “impuestos” y un balbuceo inconexo que incluya el término “ayudas “y “Europa”.

Volveremos así donde los dejamos hace cuatro años. 

Esta vez les propongo ver menos televisión, hablar mucho con los vecinos (todas nuestras opiniones son legítimas), leer varios periódicos y muchos minutos de reflexión. Con la mano en el corazón, y teniendo en cuenta que cada participante/votante tiene idéntico derecho a que su opinión sea tenida en cuenta, vamos a pensar sobre cuál de estos grupos nos va a cuidar más y a cambio de qué. Veremos quién luchará porque tengamos atención médica cercana y de calidad, quién garantizará que las escuelas y los institutos funcionen, organice los transportes, nos ofrezca cultura y sobre todo tenga vocación de servicio público (les perdonamos el tamaño del ego que ello conlleva). Tenemos derecho a intentarlo, las élites políticas solo parecen estar a nuestro servicio en época electoral, pero nosotros y nosotras les pagamos el salario.

Voy a acabar como empecé, con los versos de Jorge Riechmann: 

INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN SOCIAL

CUANDO no podemos transformar

Al menos comprender

Y cuando no podemos comprender 

Al menos amar

Y siempre amar

Cuando no podemos transformar