El domingo 29 en en 51 de los 78 centros sanitarios 24 horas no hubo médico, según datos recabados por la Plataforma SAR; cuando no faltaban personal de enfermería o celadores. A pesar de la promesa de la Consejería con los sindicatos firmantes del acuerdo, algunos centro siguen habiendo centros que son abiertos, sólo con un médico, o sólo un enfermero o celador.

De hecho, en varios centros sólo estaba la enfermera. Y en la Sierra no es po falta de médicos, porque hasta la entrada del sistema implantado por el gobierno de Isabel Dïaz Ayuso, no había este problema. La reducción de la plantilla en los antiguos centros de urgencia rurales, hace que queden días sin cubrir, al no haber médicos voluntarios que vayan. Antes estaban destinados a ellos de forma permanente. 

La nefasta planificación de la consejería de Sanidad, ha provocado que servicios que tenían los turnos cubiertos, se queden desasistidos por cubrir centros, que tienen hospitales a menos 3 kilómetros y no más de cuarenta como desde Buitrago o Rascafría. Ya son varios días en que estos municipios, además de en Torrelaguna, La Cabrera o Soto del Real los equipos previstos por la Comunidad de Madrid, porque no han encontrado voluntarios.

A lo largo, de estos primeros días ya se han producidos situaciones que refuerzan la apuesta por la vuelta a las plantillas anteriores al 27 de octubre: 

En Torrelaguna, estando sólo una enfermera y un celador, sin un médico, cubrían su turno haciendo pequeñas curas, atendiendo pacientes dentro de las posibilidades que le permite su responsabilidad, al resto los derivaban a un hospital, hasta que aparecieron unos padres con su hijo de tres años con una convulsión. «Lo atendimos lo que pudimos, valoramos la situación…No pasó ni un minuto y la celadora llamó al 061 y lo puso en manos libres para que me pusieran un médico y me diera instrucciones» relata Yolanda.

Una auténtica urgencia que no podían atender. Y la situación empeoraba. «Se demoró porque la persona que cogió el teléfono dijo que mientras no le diéramos los datos administrativos no nos pasaba con un médico, que esas eran sus instrucciones» rememora Yolanda que recuerda como sus herramientas eran solo sus dos manos, la celadora y los padres del niño, nada más. «Fueron los cinco minutos peores de mi carrera, porque el malestar de ver un niño grave que necesita que se hagan cosas…”

Cuando consiguió hablar con una doctora que inmediatamente pidió una UVI que tardó apenas diez minutos en llegar pero el miedo que pasan estos profesionales con esta nueva situación laboral no solo les afecta a ellos, también a los pacientes.

En Buitrago, la visita de la doctora ex coordinadora del centro, coincidió con la llegada de un paciente con parada cardiaca, no había médicos en ese momento, permitió estabilizar el paciente hasta que llegó los servicios de emergencia para trasladarlo a un hospital. 

En Guadarrama, una doctora fue agredida por un paciente que se quejaba del retraso en la atención; además de que tres días antes había avisado que el sistema para imprimir facturas no funcionaba.