La Comunidad de Madrid trabaja para mantener ríos sanos. Los técnicos regionales realizan controles periódicos de los hábitats fluviales para conocer el estado y evolución de sus poblaciones piscícolas e implementar las medidas necesarias para mantener su equilibrio y asegurar su biodiversidad. Estos controles incluyen la realización de inventarios piscícolas minuciosos, con especial interés en los tramos acotados.
En esta línea de trabajo, el viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Enrique Ruiz Escudero, asistió a los trabajos de control realizados en un tramo del río Manzanares a su paso por El Pardo. «El control de las poblaciones piscícolas resulta fundamental para conocer la situación y evolución de las poblaciones, y sobre todo de las que están catalogadas o con una distribución territorial restringida. A partir de estos datos y de su análisis podemos diseñar actuaciones para la conservación y mejora de la biodiversidad, incluida la elaboración de la orden de vedas anual», manifestó Ruiz Escudero.
En la Comunidad de Madrid hay en la actualidad 22 especies piscícolas y dos especies de cangrejos alóctonos: el cangrejo rojo y el cangrejo señal. De ellas, el Catálogo Regional de Especies Amenazadas incluye cuatro: la anguila, el barbo comiza, el calandino y la lamprehuela.
«Uno de los problemas más graves para el mantenimiento de la biodiversidad –añadió el viceconsejero– es la presencia en nuestro ríos de especies invasoras como el lucio, el pez gato, el percasol, la lucioperca, el alburno o la perca americana, de ahí que en el caso de captura no puedan ser devueltos al agua, como forma de control de su progresión».
Precisamente, una de las actuaciones contempladas en la realización de los inventarios piscícolas es la minoración en las densidades de población de especies alóctonas e invasoras, así como detectar su entrada y origen para poder actuar y prevenir afecciones al medio. En este sentido, la Comunidad de Madrid ha realizado diferentes campañas de
sensibilización sobre el efecto originado por la introducción de especies alóctonas. Al mismo tiempo, ha desarrollado experiencias de marcaje y seguimiento de poblaciones para valorar la aclimatación, el desplazamiento, la alimentación y el grado de supervivencia de ejemplares de repoblaciones de refuerzo de especies autóctonas.

Control y análisis, herramientas de gestión

El Gobierno regional realiza un control de los diferentes tramos. Los principales resultados permiten conocer la composición específica de un tramo concreto de un río, las especies de peces que viven en él, su densidad y otros datos poblaciones, como relación longitud-peso, crecimiento, mortalidad, frecuencia por clases de edad, etcétera.
Los peces que se extraen se pesan y se miden y se analiza su estado sanitario; en el caso de los salmónidos se extrae una muestra de escamas para la determinación de la edad del ejemplar. Los ejemplares ya medidos y pesados se mantienen en agua fresca y oxigenada hasta la finalización del muestreo para, posteriormente, ser devueltos al río en una zona de corriente moderada cerca de la orilla.
Actualmente, cerca de 55.000 aficionados gozan de licencia de pesca para ejercitar esta actividad en los ríos y embalses de Madrid. En la temporada 2014, permanecen abiertos 19 cotos de pesca, siendo 9 de ellos de aguas embalsadas. La gestión de esta actividad, vinculada al ocio pero también herramienta de gestión del hábitat fluvial, parte de la investigación de las especies presentes y del análisis de la situación de los tramos y de la potencialidad de las poblaciones, de forma que se puedan establecer los objetivos a lograr e implantar los planes de gestión que incluyan el régimen de pesca (permisos, cupos extractivos y dimensión…) y el plan de mejora de los hábitats para la consecución de los mismos.