Después de la pandemia parece que va volviendo a la normalidad. Además de los actos religiosos que comenzaron con el domingo de ramos y terminaron con el Domingo de Resurrección, el taller de torrijas del sábado volvió a celebrarse como en años anteriores.
El las torrijas se elaboraron con la receta tradicional, realizadas por las manos expertas de Rosa, Jose, Matilde y Ana, que pusieron grandes dosis de cariño en cada torrija y de ahí que estuvieran tan buenas. Las torrijas se degustaron el sábado al medio día por los asistentes a la gynkana familiar, por la tarde después de misa y de nuevo el domingo a la salida de misa nuevamente.
Además de los actos religiosos y el tradicional taller de torrijas, también hubo una gynkana para las familias, en la que niños, jóvenes y padres disfrutaron de lo lindo superando distintas pruebas, teniendo que encontrar un dulce tesoro como prueba final. Además del cofre de caramelos que tuvieron de recompensa, antes de volver a casa se tomaron una torrija recién hecha para culminar la actividad y reponer fuerzas.
Una semana santa en la que el buen tiempo ha permitido disfrutar al aire libre es estos días de descanso y en los que hemos vuelto a celebrar nuestras tradiciones con cierta normalidad.
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