Cogidos de la mano de Pablo Picasso podemos dar un salto atrás en el tiempo y ver su participación en la fiesta, en las fiestas populares, en la exposición que se inaugura el sábado 18 de septiembre en Buitrago de Lozoya
Picasso estuvo en Buitrago del Lozoya en 2009, para participar en la celebración del Centenario de su amigo Eugenio Arias, y ahora ha vuelto para quedarse. Con esta exposición, y con el ‘cabezudo’ del pintor que nos acompaña, creado en la centenaria tienda “El Ingenio” de Barcelona y donado al pueblo de Buitrago, celebramos ahora el 140 aniversario del nacimiento de Picasso.
Con la llegada de la democracia, la Mercè, la patrona de Barcelona, alcanzó el carácter de fiesta auténticamente popular y, cada año, un artista de la ciudad es el autor del cartel de la Mercè, condensando una idea participativa y optimista de la ciudad. La colección de carteles de la Mercè ha configurado una lista de los representantes más destacados de las artes plásticas y del diseño gráfico, motivo de esta exposición (Hernández Pijuan, Mariscal, Esclusa, Clavé, Nazario, Benito, Miralda, Tàpies, Peret, Núñez, Plensa, Aballí, Gallardo…). Toda una gran diversidad de miradas o estilos artísticos de los últimos treinta años.
En octubre de 1902 el Ayuntamiento de Barcelona decidió reanudar las fiestas de su patrona, interrumpidas durante varios años. Picasso dibuja la portada del diario El Liberal del 5 de octubre, señalando y subrayando los aspectos más obvios y pintorescos del desfile de la festividad.
Años después recibirá un encargo especial y en 1962 se inauguran los espectaculares esgrafiados de Picasso en la fachada del nuevo Colegio de Arquitectos de Catalunya en Barcelona. Picasso recordará perfectamente a los gigantes y demás detalles de las fiestas populares, con chiquillos y músicos.
En 1981, con motivo de las fiestas de la Mercè y del Centenario del pintor, el Ayuntamiento de Barcelona encargó al escenógrafo Joan J. Guillén la creación de la comparsa “Viva Picasso”, con figuras inspiradas en sus obras. La figura principal de la comparsa “Viva Picasso” debía ser, naturalmente, la del pintor y, para expresar su inquieta personalidad, se utilizó una de las formas del entremés más ágil de movimientos: el cabezudo. La comparsa Picasso nacía con voluntad de innovar la iconografía de las fiestas populares.
“Las fiestas y tradiciones constituyen un signo de identidad y un punto de referencia para la memoria colectiva”, manifestaba el primer Ayuntamiento democrático de Barcelona.
Tenemos noticia de la presencia de esta figura, el cabezudo, en las procesiones de Corpus ya en 1589.
Jaume Maymó
Amigo de Buitrago y comisario de la exposición
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