Comisiones Obreras ha denunciado que tras haberse iniciado el curso escolar en todas las etapas y enseñanzas, aún faltan 537 profesores y profesoras de los anunciados para poner en marcha las medidas necesarias para que los centros sean seguros frente a la COVID-19. Por tanto, a estas alturas, aún no se ha cumplido el plan previsto por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. A esto se suma, además, que las sustituciones no se están haciendo con agilidad, que no se están cubriendo las bajas ni los permisos ni las jubilaciones con prontitud y que Madrid tiene dificultades para encontrar profesorado que quiera trabajar en esta región. 

La secretaria general de Enseñanza de CCOO Madrid, Isabel Galvín, ha advertido de que «hay una verdadera crisis de falta de profesorado en los centros públicos que es preciso resolver de forma inmediata». A su juicio, «los profesores que faltan tienen que llegar, la sustitución de bajas tiene que ser inmediata y hay que poner en marcha un plan para el refuerzo y reconocimiento de la función docente que atraiga profesorado a Madrid y le motive a quedarse aquí».

Hasta el momento se han añadido 5.987 cupos de plantilla docente, de los 6.281 prometidos por Ayuso para la reducción de ratios y aumento de grupos. También se han incorporado a 873,5 nuevos cupos a las plantillas de los centros de los 1.117 comprometidos para refuerzos educativos. En total, de los 7.398 docentes anunciados por la presidenta regional para la enseñanza pública se han incorporado 6.861, es decir, quedan aún 537 profesoras y profesores por llegar a los centros. Galvín ha insistido en que «no se está sustituyendo al profesorado en cuarentena» y que en todos los centros públicos, en este momento, «hay alumnado que no tiene profesor» debido a todas estas circunstancias.

Asimismo, desde el sindicato añaden que solo se han incorporado 3 de las 150 enfermeras y enfermeros prometidos y que tampoco se ha completado la ampliación de plantillas de educadores, integradores sociales y técnicos especialistas. A este déficit de profesionales educativos se suman las carencias en personal de limpieza en los centros y la situación de la plantilla de auxiliares de control, que no ha sido aumentada en ningún efectivo. Isabel Galvín explica que el aumento de profesionales era una medida «esencial» para garantizar la seguridad de los centros y no se ha completado. «Es increíble que a finales de septiembre –reclama-, con el curso ya muy avanzado, aún falte personal en los centros y que también haya un gran número de sustituciones sin cubrir de bajas, permisos y jubilaciones».

Desde el sindicato insisten además en recordar que debido a un «maltrato» mantenido en el tiempo a la profesión docente en Madrid, se está constatando una gran dificultad para cubrir las plazas ofertadas en los llamamientos. Por ello, reprocharon tanto a Díaz Ayuso como a su consejero de Educación, Enrique Ossorio, el haber reaccionado «muy tarde y bajo presión».

«Van por detrás de los acontecimientos –lamentó Galvín-, porque Madrid enfrentó esta pandemia con un déficit en las plantillas debido a que no se había completado la reversión de los recortes y con unas condiciones laborales y retributivas que nos sitúan a la cola de España».

Galvín recalca que, por todo ello, en los centros educativos «se está sufriendo una verdadera crisis de profesorado». La situación, explicó, es «insostenible y puede tener graves consecuencias a medio plazo, porque se está sometiendo a las plantillas al desgaste, al agotamiento e incluso a la desmoralización». «Es preciso garantizar que se refuercen las plantillas, que se sustituyan las bajas de forma inmediata y que se ponga en marcha un plan para el esfuerzo y el reconocimiento de la función docente que contenga medidas para atraer al profesorado a Madrid y para mantenerlos», reclamó.