Son muchas las noticias de gestos solidarios que nos han emocionado en estos días, pero si además esa historia la protagoniza un niño de 10 años con síndrome Weidemann Steiner, como sociedad nos sentimos mejores, y como personas nos alegramos al descubrir el lado bueno de las cosas.
Habitualmente, Hugo es un niño feliz, muy alegre y cariñoso con sus vecinos de Sieteiglesias, pero, como a todos los niños, el confinamiento que vivimos no solo le ha supuesto un cambio en sus rutinas e interrelaciones sociales, sino también un incremento en sus miedos infantiles y dificultades.
Hugo entiende que todo ha cambiado en estos días, pero no es capaz de comprender qué está pasando. Su madre le explicó la situación mediante pictogramas y dibujos, pero no poder salir a la calle afectó con dureza al carácter del niño, que temía que la Guardia Civil pudiera regañarlo si incumplía el confinamiento, especialmente dificultoso para niños tan sensibles como él.
Los guardias del Puesto de Lozoyuela, enterados de la situación de Hugo, quisieron tranquilizarle y le premiaron con el “Diploma Especial Quédate en Casa”, por haber pasado el primer estado de alarma por el coronavirus en casa, con buena actitud, comportamiento y una gran sonrisa. Y Hugo a su vez les premió con uno de sus dibujos más sonrientes, donde les agradecía el cariñoso gesto que habían tenido con él.
Hoy, Hugo ha superado su miedo y posa feliz y orgulloso con una camiseta de la Guardia Civil, sus nuevos amigos, sus nuevos héroes.
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