J.B con hielo.

Hoy 23 de abril, recibo un WhatsApp que me reafirma todo lo descrito en mi anterior artículo “la gran depresión” del 13 de este mes.

Ya no nos sirve echar balones fuera y menos esconderse bajo el mantra del desconocimiento o la desinformación. Me queda completamente demostrado que el 31 de Enero la O.M.S avisa de la que se nos viene encima, reiterando esta advertencia en el mes de febrero y el ocho de marzo. Es más, avisa que hay naciones que no están ejerciendo ninguna acción para prevenir la pandemia declarada en China y que se estaba expandiendo por otros países; que estaban programados y organizados actos  multitudinarios y que apuntaban hacia un peligro dantesco. Léase en España la convocatoria de Vox, los partidos de fútbol y baloncesto, así como las manifestaciones del ocho de marzo.

Mientras tanto el “sabio y sosegado” de D. Fernando Simón y algunos ministros minimizaban cada noticia que advertía de la escalada del Covid19 por el mundo. No nos llegarían, solo unos casos aislados. ¡Vaya ojo!

Al día de hoy más de 24.000 muertos. Espantoso, vergonzoso y de juzgado de guardia. Todavía sin contabilizar algunos que se irán añadiendo poco a poco para no asustar demasiado. Ya hay presentada la primera de las múltiples querellas que se van a interponer contra miembros y miembras del gabinete.

Estamos en manos de un gobierno que ha pecado de inanición sin que haya habido ninguna dimisión y menos una autocrítica. Dantesco e intolerable. Solo quedan las acciones legales como recurso y defensa. 

Como se puede mantener el tipo delante de una cámara, (de representantes o de televisión, me da igual) y mantener la mirada ante los españoles después de lo sucedido. Hay que tenerlos secos y bien gordos o secas y bien gordas. ¡Joder con la clase política!.

Ya nos vamos acostumbrando a que todos los días nos salgan a explicar no sé el qué, ni ellos lo saben, unos cuantos militares y algún “experto”, metidos a portavoces políticos sin base, y nos den cifras que nadie entiende sobre las curvas de mortalidad, ahora denominada letalidad para que no suene a muerto, y las cifras diarias de infectados. Todo esto con escasez de test, de mascarillas y de guantes fiables a tres meses de empezada la pandemia. La intendencia fallando en pleno apogeo.

Mientras el presidente y su cuarto vicepresidente se dedican a preparar el asalto a los cielos, aunque no sean creyentes, de lo que vamos a recibir con posterioridad. Un jaque mate a lo más estilo ajedrecista. Invocar a S. Pedro y S. Pablo.

Y todavía el vice-cuarto se dedica a tirar proclamas contra la monarquía y los grandes del Ibex, incluido D. Amancio Ortega, pero no menosprecia la compra de su chaqueta de Zara, empresa del grupo Inditex. Hoy nos sale en televisión pidiendo disculpas por la desescalada y medida de alivio a favor de los niños-niñas. El ridículo más espantoso, el mismo que hace en cada aparición en púlico. Dónde vamos presentando en Europa un vice que no da altura ni medida en su propio estado, sí, en su casa que es España, mal que le pese.

Esta persona nos quiere igualar a todos por abajo, es decir, que todos nos pongamos a pedir por las casas de los políticos y otros funcionarios, que son los únicos que van a conservar su salario y su patrimonio. Pretende engordar la función pública a coste de subir impuestos y machacar la clase media y el ahorro. Para ellos la palabra ahorro les quema la garganta, es una mala acción que debe ser castigada. No se quieren enterar que el ahorrador es el que no tiene el futuro asegurado. Ellos lo tiene fácil, para qué ahorrar si cada mes les caen ocho o diez mil euros y otros tantos a sus compañeras ministras o diputadas y además han conseguido la pensión máxima y vitalicia. ¡Que listillos!

Como se puede sostener un gobierno social-comunista-separatista con esta situación y con ministros que cada vez que hablan meten la pata y resudan por el sobaco; tragando sapo tras sapo. Ahora nos quieren hacer creer que el virus entró por numerosas vía a partir del 15 de Febrero. Nos tratan de gilipollas todos los días y nosotros les seguimos sus proclamas.

Ya le puede, al presidente de nuestro desgobierno, la testarudez y la gilipollez de mantener este acuerdo con comunistas y separatistas; todo por cabezonería y conservación de poltrona. Pedro el mala-cabeza. Es buen apodo o mote que se dice en nuestros pueblos.

D. Pedro, es hora de liquidar el gobierno y agrupar posiciones con la razón y no con los cojones, que la situación es muy delicada y os podéis llevar por delante un par de generaciones, aparte de las quintas del cuarenta al sesenta que ya están cayendo como pavos en navidad, y los que sobrevivan se los llevará la economía en los próximos años. Daños colaterales en una guerra que algunos veían y otros estabais ciegos. 

Menos “Resistiré” y más acciones o caceroladas pidiendo dimisiones. Mas test, mascarillas y guantes para todos, sanitarios y no sanitarios.

Muchas vidas segadas, claro que así se aliviarán pensiones y residencias. Todo un mal sueño, ¿verdad presiente? ¡DESPIERTA! Que ya ni la sexta te respeta.