Liberada un águila imperial en el Alto de la Morcuera

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La Comunidad de Madrid ha visto duplicada en sólo ocho años la población de águila imperial, un ave en peligro de extinción que está en la actualidad en máximos históricos al alcanzar una población de 49 parejas reproductoras. Además, se ha detectado el vuelo de otros 43 pollos, lo que en estos momentos asegura ya la supervivencia de esta especie en la región y confirma una tendencia de crecimiento en su número que ronda el 10% anual desde el año 2009.
Con objeto de potenciar la presencia del águila imperial en territorio del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, el presidente regional, Ignacio González, acompañado del consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, liberó en el Alto de la Morcuera un pollo recuperado en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS).
Se trata de una hembra, bautizada con el nombre de ‘Guadarrama’ en honor al Parque Nacional, que fue retirada el pasado 10 de junio deshidratada y siendo aún un pollo por los técnicos regionales de un nido situado junto a las pistas del aeropuerto de Barajas, acción encuadrada en el desarrollo de un convenio firmado con AENA para reducir los riesgos para la seguridad aérea y minimizar la mortalidad de la avifauna por colisión.
«Con la liberación de este ejemplar reforzamos la población de esta rapaz en la Comunidad y contribuimos a consolidar el núcleo reproductivo asentado recientemente en el Parque Nacional como base de las imperiales en el Sistema Central. Con el establecimiento definitivo de este núcleo conseguiremos que el águila imperial se convierta, junto al buitre negro, en uno de los principales sellos de identidad del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Los resultados no son fruto de la casualidad, sino del trabajo que ha realizado el Gobierno regional desde hace casi 15 años dentro del Programa de Protección del Águila Imperial Ibérica», manifestó González.
De hecho, el ejemplar liberado ha sido equipado con un radiotransmisor para ampliar el conocimiento de la especie, sus hábitos de comportamiento y área de dispersión. Mediante la información recibida a través del radiotransmisor será posible evaluar las posibles interrelaciones con otros núcleos poblacionales cercanos y obtener información sobre las primeras fases de su etapa reproductiva. Actualmente la Comunidad de Madrid ya cuenta con cinco ejemplares de águila imperial marcados con radiotransmisor, lo que aporta valiosísima información para la toma de decisiones en la gestión de esta especie.
El presidente regional resaltó que estas especies pueden ser un importante foco de atracción del turismo de naturaleza, que además de ser una fuente de riqueza también impulsa la conservación del medio ambiente.
La recuperación ha sido posible gracias a las actuaciones de conservación, sobre todo, aquellas referidas a la adecuación de tendidos eléctricos, la mejora de su hábitat o la colocación de plataformas para nidificar en lugares seguros para las aves para asegurar un adecuado nivel de protección de esta especie en peligro de extinción y garantizar la conservación de su población y su viabilidad a largo plazo.
También ha contribuido de forma importante el hecho de que gran parte del hábitat de esta especie está dotada de alguna figura de protección (Espacios Naturales Protegidos, Red Natura 2000, Reserva de la Biosfera), lo que garantiza la conservación del espacio, aumenta la disponibilidad de alimento y reduce significativamente muchas de sus amenazas.
El buitre negro alcanza ya una presencia en la región de 114 parejas, máximo histórico, el doble de la registrada en 1997 y el 5% de la población mundial. El cernícalo primilla también ha duplicado su población, la cigüena negra (siete parejas cuando hacía 25 años que no nidificaba en la región), el águila perdicera o la nutria, especies todas en peligro de extinción, están experimentando igualmente un aumento notable en los últimos años. A ellas se añaden otras como el águila real, la garza imperial, el búho real o anfibios como la rana patilarga.
El Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Comunidad de Madrid ha jugado un papel decisivo en materia de protección de fauna.
Desde su apertura en julio de 2010 ha atendido a cerca de 10.000 animales, convirtiéndose en el mayor y más avanzado hospital de animales silvestres. En este tiempo, sus técnicos han recogido del entorno del aeropuerto y trasladado al CRAS cerca de 150 pollos y huevos para su cría e incubación y posterior puesta en libertad.

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