El Gobierno de España acaba de nacionalizar lo que antes era nuestra Caja, o sea Caja Madrid. Los motivos se me escapan y a buen seguro que están justificadísimos.
Pero lo que no me parece justo es que todos los problemas que le aquejan a Bankia se los quieran endosar al Gobernador del Banco de España. No seré yo quien defienda su inocencia o responsabilidad, tanto en Bankia, como en el resto de entidades financieras, pero lo que no veo justo en el caso concreto de Bankia es que se le quiera cargar a él con todo el «marrón».
Todos sabemos que Caja Madrid era el juguete de la Comunidad madrileña, en donde los políticos de derechas y de izquierdas, así como los sindicalistas, jugaban a Banqueros, sin tener en la gran mayoría de los casos «pajolera» idea de lo que tenían entre manos, de lo único que sabían y les preocupaba era cobrar los suculentos sueldos todos los meses, hasta que la esquilmaron.
El Sr. Fernández Ordóñez tiene, por supuesto, mucha responsabilidad en éste desaguisado, entre otras cosas por dejación de funciones pero ¿Y los sindicatos que tenían sillón en el Consejo de Administración?, ¿No conocían lo que se estaba fraguando?, ¿ Yl os políticos?.
El Partido Popular acusa al Partido Socialista de haber nombrado al Gobernador del Banco de España por ser socialista o al menos afín a éste partido, pero ignora o quiere ignorar que el anterior Presidente de Caja Madrid fue el Sr. Blesa, amigo personal del Sr. Aznar, a la sazón Presidente del Gobierno y del Partido Popular.
El dimitido, o cesado, Presidente de Bankia es, según todos los indicios, miembro del Partido Popular y ha sido vicepresidente del Gobierno cuando lo presidía José María Aznar.
¿Tiene por tanto, alguna responsabilidad el Partido Popular?
Está muy bien la comparecencia en el Congreso de los Diputados, del Gobernador del Banco de España para explicar su incompetencia pero tampoco estaría mal que comparecieran los señores Blesa y Rato para que también explicasen la suya.
La gestión de Rato es fácil de explicar. Cuando apenas transcurrieron nueve meses desde la salida de Bankia a bolsa, los ciudadanos que confiaron en él e invirtieron sus ahorros en sus acciones acumulan unas pérdidas cercanas al cuarenta por ciento, récord difícil de igualar en tan corto período de tiempo.
Tras la llegada de Rato a Caja Madrid tres miembros de la Alta Direción salieron de la entidad financiera: Blesa, expresidente; Astorqui, director de comunicación; y Morado responsable de sistemas.
Entre los tres, cobraron una indemnización de seis millones de euros; Blesa cobró 2,8 millones, Astorqui, 1,4 millones, y Morado se embolsó 1,8 millones de euros.
Con Rodrigo Rato como Presidente, formaban el tándem directivo: José Luis Olivas como vicepresidente; Francisco Verdú, consejero delegado; y como consejero ejecutivo, José Manuel Fernández Norniella.
La retribución de Rato en el año 2011, fue de 2,3 millones de euros; Olivas cobró en el mismo período, 1,62 millones; Verdú 2,2 millones, y Norniella, el «pobre», solo se llevó 725.000 Euros.
Blesa, en los largos años que presidió Caja Madrid la situó en la parrilla de lanzamiento para que Rato terminase de estrellarla.
Y con todo ello, el portavoz del Partido Popular en el Congreso, Sr. Alonso, no se cansa de responsabilizar al Partido Socialista del desastre de Bankia, ¿Y los suyos?.
Sr. Alonso, ¡Qué cada palo aguante su vela!
José de Villamisar
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