La Navidad pasada las chicas del grupo Tejiendo Lozoya nos animamos a hacer visible nuestro trabajo tejiendo juntas un árbol de ganchillo que colocamos en la plaza del ayuntamiento de nuestra localidad. Durante una temporada se convirtió en el árbol más fotografiado de la sierra, y eso nos hizo sentir orgullosas y nos animó a seguir planteando proyectos para embellecer algunos rincones de nuestro pueblo. Este año el árbol ha crecido, y pretende quedarse unas cuantas navidades en Lozoya. Su estructura es más estable, capaz de sujetar con firmeza cientos de cuadrados de ganchillo que con sus diversas tonalidades de verde nos recuerda a los pinos silvestres que visten nuestras cumbres. Esto ha sido posible gracias al apoyo del Ayuntamiento de Lozoya, que desde el principio ha valorado nuestro trabajo. 

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Me siento orgullosa de pertenecer al grupo de Tejiendo Lozoya, y agradecida a las que hace ya casi dos años nos presentaron la iniciativa y nos animaron a unirnos a ella: Ana y Paqui. Muy agradecida a ellas y a todas las mayores que nos enseñaron pacientemente a hacer nuestros primeros puntos de ganchillo, animándonos cuando teníamos que deshacer la labor, algo que, como ellas nos decían, forma parte del proceso de aprendizaje. Este proyecto trasciende lo estético y adquiere ante todo una dimensión social. En nuestros ratos de ganchillo reímos muchísimo, aprendemos, empatizamos, compartimos, tejemos una amistad, esta sí, difícil de deshacer. Cada vez somos más en este lindo grupo, y aunque nuestros orígenes son muy diversos, nos une esta pasión tejeril y las ganas de plantearnos nuevos retos juntas.   

Carol