El 26 de octubre, La Hiruela celebró su Fiesta del Pero, catorce años celebrando una fiesta en honor a la fruta típica de la zona. El buen tiempo posibilitó que el centro urbano se llenará de gente desde primera hora de la mañana. El Pregón de Bienvenida desde el balcón del Ayuntamiento, corrió a cargo del alcalde de La Hiruela, Ignacio Merino, junto al director general de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Comunidad de Madrid, Luis del Olmo, el director general de Agricultura y Ganaderia, José Luis Sanz, y el alcalde de Garganta de los Montes, Juan Carlos Carretero.

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Antes, ya habían comenzado las sendas guiadas que se realizarán durante la mañana y que transcurren por los huertos y prados; y los puestos artesanos habían empezado a vender. Hubo la tradicional demostración de injertos, antes de la degustación de cocina tradicional, consistente en migas y ostias –rodajas de pero rebozadas en harina y huevo, acompañadas de rodajas de naranja-.

A la tarde hubo juegos tradicionales, así como la danza tradicional de los Repiques Serranos.

Además, durante toda la jornada permaneció abierto un mercado artesanal con todo tipo de productos como embutidos, salmón ahumado, miel, dulces, cerveza, vino, hierbas y especias, así como piezas de artesanía en madera y cerámica, cuadros, complementos de ganchillo y lana, jabones y cosmética natural, entre otros. El evento estuvo amenizado musicalmente por la charanga “La Chuzaranga”, los asistentes pudieron disfrutar de paseos en burro, así como la posibilidad de visitar el Museo Etnográfico de La Hiruela

El “pero” es un tipo de manzana de textura consistente y sabor dulce. Existen tres variedades “Pero de Aragón”, “Pero Real” y “Pero Pardo”. Históricamente, esta fruta ha supuesto una seña de identidad del municipio y ha contribuido a su desarrollo. Desde antaño se cultivaba para su comercialización, aparte de para su consumo, resultando un pilar económico de vital importancia. Las crónicas cuentan que antaño era vendida hasta en la Villa y Corte de Madrid, en lugares como el Mercado de La Cebada y llegó a consumirse incluso en la Casa Real.

Esta celebración anual supone un reconocimiento a la calidad de las pequeñas producciones autóctonas de la Sierra de Rincón, e impulsa la conservación y el aumento de cultivos, potenciando, a su vez, la diversidad genética agrícola. Es durante este mes cuando la mayoría de las familias del pueblo preparan los aperos y sobraos de sus viviendas para recolectar y almacenar la fruta cuidadosamente. 

En definitiva, esta nueva edición de la Fiesta del Pero pretende recuperar y promocionar la actividad agraria y los productos típicos autóctonos, incentivando a los vecinos de La Hiruela a través de este reconocimiento anual, para que esta costumbre no se pierda y tenga una continuidad en el tiempo. El objetivo es consolidar el municipio como un polo de atracción cultural, con esta fiesta y las demás actividades de turismo y de ocio que se vienen realizando el resto del año, y atraer el interés del turista con un evento ameno y variado, para transmitirle los valores de la vida rural y concienciarles de la importancia del respeto y mantenimiento del medio natural y su entorno.