Los animales salvajes ocasionan graves problemas a las explotaciones agrícolas y ganaderas. La realidad de Madrid no es muy diferente de la del resto de España en esta cuestión, por eso, representantes de UPA a nivel nacional y regional han acudido al Ministerio de Agricultura a proponer medidas concretas que ayuden a los productores a combatir los problemas sanitarios y de rentabilidad que sufren por esta causa.
La Unión de Pequeños Agricultores de Madrid (UPA Madrid), representada por tres de sus candidatos a la Cámara Agraria, Florencio Cid, José González y Jaime Alonso, junto con el secretario de Ganadería de UPA Federal, Román Santalla, han acudido ayer al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para reunirse con el director de Sanidad Animal del Ministerio de Agricultura, Valentín Almansa, y trasladar los problemas que sufren los agricultores y ganaderos a causa del descontrol de los animales silvestre.
Para los ganaderos, uno de los principales problemas es la transmisión de enfermedades. En este sentido, UPA ha pedido al Ministerio que «se responsabilice de la fauna salvaje. De igual manera que nosotros controlamos a nuestro ganado, lo tenemos que mantener sano y pagamos si ocasiona daños a otros, el Gobierno debería controlar a los animales que son de todos». Y ya que estos animales han ayudado a propagar enfermedades como la tuberculosis, los ganaderos han solicitado la creación de ayudas específicas para los afectados en aquellos territorios que tienen una alta prevalencia de la enfermedad. Además, UPA también ha pedido que se mejore la forma de detección de la tuberculosis «porque no tiene sentido seguir detectando falsos positivos cuando en el norte de Europa ya se conocen sistemas más fiables».
Además de en el control sanitario, UPA Madrid ha querido poner el acento en las indemnizaciones, «demasiado bajas para cubrir la pérdida real». La organización ha explicado que además del daño económico, también existe un «daño anímico irreparable» cuando un ganadero pierde a sus animales por alguna enfermedad, lo que conduce a muchos de estos profesionales a dejar la actividad poniendo en peligro el mantenimiento del territorio que estos ejercen y la forma de vida que desarrollan. Por último, en relación a las indemnizaciones, UPA Madrid ha pedido, sobre todo, dignidad para los ganaderos de razas puras, ya que no reciben una compensación extra por el valor añadido de sus animales.
La organización también ha demandado que el Ministerio promueva la igualdad entre los ganaderos de las diferentes Comunidades Autónomas ya que, por ahora, no todos los territorios habilitan subvenciones para el seguro de tuberculosis. UPA Madrid ha expuesto el ejemplo de la Comunidad de Madrid, donde «este seguro es tan sumamente caro que simplemente se hace imposible suscribirlo».
Además, UPA ha recordado el polémico «y vergonzoso» caso de la vaca Carmen y ha pedido que se legisle para acabar con «el paraíso que suponen núcleos zoológicos como los llamados santuarios para las enfermedades» y, de esta manera, también se pueda controlar el estado sanitario en ellos.
Por su parte, el Ministerio ha prometido respaldar a UPA Madrid ante la presión que esta ejercerá frente a las Comunidades. Y es que todas ellas firmaron un acuerdo en la Conferencia Sectorial por el que cada una de ellas llevaría a cabo programas de control y disminución de la superpoblación de jabalíes.
Además, el MAPA se ha comprometido ante UPA a organizar el primer censo de la población de jabalíes en la historia de España. UPA ha aplaudido que «por fin» atiendan esta demanda de la organización, pero ha indicado que le «preocupa el bajo rigor científico» de las cámaras de fototrampeo que la Administración pretende utilizar. En cualquier caso, UPA Madrid ha explicado que «es muy positivo que por fin podamos manejar información a este respecto, ya que el debate público sobre la fauna salvaje se está enconando en posiciones extremistas sin utilizar argumentos lógicos y, de esto, el único perjudicado es el equilibrio del medio rural».
Por último, el Ministerio también ha asegurado que realizará un programa voluntario de erradicación de la rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR) en el cual la Administración asumirá todos los costes excepto el de las vacunas. Por ello, UPA ha pedido una ayuda a los ganaderos para la adquisición de las mismas.