La presentación de la escuela ItíNERA en la Sierra Norte de Madrid, se realizó en el centro polivalente de Redueña, el pasado 7 de marzo. El objetivo es » acoger a un grupo de personas que se formen y conviertan en nuevos agricultores y ganaderos agroecológicos, que produzcan alimentos sanos y puedan comercializarlos de manera directa o en canal corto, conseguir viabilidad económica y  asentarse como nuevos residentes en el pueblo. Una apuesta por recuperar la identidad  agraria del municipio receptor». Este proyecto tiene una duración de 3 años, cada uno de ellos la escuela estará en un municipio diferente.
Desde la antena regional de Madrid de Red TERRAE , AUPA Madrid agroecológico y los grupos de desarrollo de Madrid ARACOVE, Adi Sierra Oeste de Madrid, y Galsinma (sierra norte de Madrid) se ha diseñado esta escuela itinerante de agroecologia.
Marina Garcia Llorente, investigadora colaboradora del Imidra y profesora de la Universidad Autónoma de Madrid explicó a Senda Norte el planteamiento de la Escuela:
«La escuela itinera es un grupo operativo financiado por los planes de desarrollo rural de la Comunidad de Madrid, y es un proyecto que se centra en crear una escuela itinerante de formación agroganadera para dinamizar las zonas rurales de la región, especialmente aquellas que tengan una especial necesidad de recuperar y asentar la población.
Es una escuela agroganadera, es decir que en función del municipio donde se asiente se ajustará el curriculum formativo a sus necesidades. Habrá municipios que serán más ganaderos, otros más de horticultura.
Se quiere que sea una formación centrada con principios agroecológicos es decir, unas prácticas que sean sostenibles con el mantenimiento de los agrosistemas y también la calidad de vida de los propios productores, en términos de rentabilidad, pero también respetando criterios más sociales y de identidad.
Tierras improductivas: Hay muchas tierras que están infrautilizadas, que han sido abandonadas por que en algún momento dejaron de ser rentables las explotaciones, Son tierras que en la actualidad nos tienen uso. Recuperar esos paisajes agrarios, asentar población con esos alumnos, y recuperar la memoria cultural vinculada con el mundo rural, porque en este proyectos será muy importante la labor de los agricultos, que van a estar de la mano de los alumnos y de los tutores acompañándolos en la formación. No sólo una formación técnica, sino también comprender y poder transmitir la identidad cultural y agraria del municipio donde se asiente la escuela».
Entre los requisitos que deberán disponer los municipios seleccionados son terrenos sin utilizar, una vivienda para albergar a los alumnos, y muy importante, también un grupo de mayores que transmitan los conocimientos, obtenidos durante generaciones trabajando el campo, y no en las escuelas técnicas.