El pasado 8 de noviembre tuvo lugar en el centro de educación ambiental El Cuadrón (Garganta de los Montes) la jornada: «Canales cortos de comercialización y despoblamiento: el papel de las administraciones públicas» organizada por el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA).
El objetivo de esta jornada era doble, por una parte, presentar los resultados de las últimas investigaciones realizadas por el IMIDRA sobre las nuevas formas de relación entre los consumidores y los productores agrarios de la CM. Por otra parte, crear un espacio de encuentro y debate sobre el papel de las administraciones públicas en el fomento de los canales cortos de comercialización y la venta de productos agrarios de proximidad como alternativa de desarrollo local frente al despoblamiento de los territorios rurales.
La lluvia y la niebla que cubría el valle del Lozoya no disuadieron a las más de cuarenta personas que acudieron a la jornada dispuestas a reflexionar e intercambiar experiencias sobre el tema. Los datos con los que comenzó la sesión evidenciaban una fuerte demanda de productos de proximidad entre los consumidores de la región. Una demanda que puede ser una oportunidad para los pequeños productores que no terminan de ver su encaje en el modelo de comercialización de la gran distribución. Los consumidores están interesados en adquirir productos de calidad y tener información sobre los alimentos que compran. Conocer de primera mano a los productores les ofrece la posibilidad de obtener esa información que necesitan y de establecer relaciones de confianza.
Han surgido multitud de iniciativas para dar respuesta a esta demanda. A pesar de la diversidad de opciones todas tienen un elemento común: tratan de reducir la distancia de la huerta a la mesa. ¿Cómo conseguirlo? De tres formas diferentes aunque complementarias:
disminuyendo el número de intermediarios: según la legislación europea (Reglamento de Desarrollo Rural 1305/2013) entre el productor y el consumidor puede haber como máximo un intermediario.
reduciendo los kilómetros que recorre el alimento desde donde se produce hasta donde se consume.
con fórmulas en las que el consumidor y el productor compartan una misma forma de entender la alimentación y la producción de alimentos.
El medio urbano ha vivido tanto tiempo de espaldas al campo que se han roto los vínculos con los productores. Uno de los principales inconvenientes con los que se encuentran estas nuevas formas de comercialización es que los consumidores no conocen agricultores de confianza a los que dirigirse para hacer la compra. El otro gran reto es el esfuerzo de carácter logístico que actualmente supone tanto a productores como consumidores comercializar y comprar productos a través de canales cortos.
A lo largo de la mañana se presentaron numerosas iniciativas que han tratado de abordar estos retos. La primera mesa se destinó a conocer iniciativas llevadas a cabo por impulso de administraciones locales y regionales. Los ayuntamientos de Carcaboso (Extremadura), València, Rivas-Vaciamadrid y Fuenlabrada (Madrid) presentaron el trabajo que están realizando para apoyar al emprendimiento agrario y el fomento de las pequeñas explotaciones basándose en un modelo de comercialización de proximidad. La Comunidad de Madrid participó a través de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Alimentación ofreciendo información sobre la apuesta que está realizando actualmente a través de la marca de calidad «M producto certificado», así como de las ayudas para la promoción de los canales cortos de comercialización que están previstas para el año 2019. En esta mesa, la FMM contribuyó con sus reflexiones sobre la lucha contra el despoblamiento y el papel que pueden desempeñar los canales cortos de comercialización.
En la segunda mesa de la mañana se presentaron experiencias llevadas a cabo por productores y consumidores. La Asociación Unida de Productores Agroecológicos (AUPA), Quesería Jaramera de Torremocha del Jarama, la Federación Andaluza de Consumidores y Productores Ecológicos (FACPE), Mensa Cívica, la organización Cooperativas Agroalimentarias y el Centro de Investigaciones Sociológicas a través del Instituto de Economía, Geografía y Demografía, fueron desgranando aspectos clave de los canales cortos de comercialización.
La jornada continuó por la tarde con dos talleres paralelos, enfocados desde las dimensiones social y económica de los canales cortos de comercialización, pero orientados, en ambos casos, a plantear propuestas que permitan a las administraciones públicas (local, regional y nacional) desarrollar políticas que contribuyan a la promoción del consumo de proximidad. Las conclusiones subrayan la importancia de la labor de la administración pública: la difusión y publicidad de las experiencias existentes para informar y sensibilizar a la ciudadanía; el apoyo al fomento del encuentro entre productores y consumidores a través de espacios para el intercambio comercial o incorporando criterios de proximidad en los pliegos de condiciones de compra pública de alimentos y la flexibilización de la normativa son, entre otras, algunas de las ideas que surgieron.