José de Villamisar
desde PEÑALABRA

La lista de famosos e influyentes personajes de nuestra sociedad que protagonizan portadas en casos de fraude fiscal o corrupción, apunta a ser mas larga de lo que muchos podrían imaginar, cuando comenzó la caza de grandes defraudadores y malos gestores.
Ahora le ha tocado el turno a un «dios», a un «ídolo», al «gran Mesi». Un juzgado de Barcelona le imputa haber defraudado más de cuatro millones de euros a la Agencia Tributaria, que como decía el antiguo slogan publicitario, «hacienda somos todos», y por lo tanto ha defraudado, supuestamente a todos los españoles. Como todos los «cantimpalo», según la Fiscalía, simulaba sus derechos de imagen a sociedades radicadas en paraísos fiscales sin someterse prácticamente a tributación alguna en la Hacienda Pública española. Algunos aficionados al fútbol estarán incómodos, por lo que la gran mayoría de ciudadanos queremos que salgan a la luz los grandes defraudadores y estafadores que merodean por éste país, sean artistas, periodistas, carpinteros, políticos, banqueros, o lo que sea, bienvenidos los jueces, que a pesar de los obstáculos que les ponen se van atreviendo con personajes tan influyentes.
Casi la totalidad de los ciudadanos cree que siempre se libran de la justicia los mismos, los poderosos, y por los hechos que se están desarrollando estos días no les falta razón.
El Ministerio Fiscal, que es un órgano Constitucional, y que entre otras funciones, tiene la de velar por los intereses de los ciudadanos, de un tiempo a esta parte parece que se inclina más en defender a ciertos personajes, que al interés publico.
Como ejemplos más significativos tenemos los que ilustran los siguientes titulares: «El Fiscal no aprecia delito en la imputación que el Juez hace a la Infanta Dª. Cristina y recurre la decisión judicial».
«La Fiscalía de Madrid no quiere actuar contra el ex-presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa».
«La Fiscalía, se opone a que el ex-presidente del Gobierno José María Aznar declare sobre los papeles de Bárcenas, porque no es necesario ni útil».
Y así podríamos seguir y ver que en España la Ley es igual para todos, pero a la hora de aplicarla, comprobamos que hay una justicia para ricos y poderosos, y una justicia para pobres y diablillos a los que se les aplica con todo rigor.
Nuestra sociedad está siendo ejemplarizante en que la paz social, se está manteniendo a pesar de las importantísimas cifras del paro, los insufribles impuestos y las frustrantes decepciones de muchos personajes de la vida pública. Por ello merecemos que se limpie el sistema de gentuza como los Urdangarín, los de los eres andaluces, los Mesi los Blesa, los Barcenas, los …. y que sufran el peso de la Ley como cualquier ciudadano.
Y para terminar, mejor tomárselo con un poco de humor y para ello recurrí al diccionario de la lengua de la Real academia española y redescubrí la palabra «Pilón», entre otros significados dice que, es un depósito de piedra que se construye en las fuentes para que sirva de abrevadero o para otros usos. Los serranos más veteranos recordarán como en todos sus pueblos existía, al menos, un «Pilón», en el que abrevaban las vacas y jugaba la chiquillería.
En algunos pueblos también servía como ley disciplinaria que se le aplicaba al forastero que osaba venir a «pretender», muchos usos, que a buen seguro a más de uno le traerán innumerables recuerdos y anécdotas.
Yo propongo que en vez de «escraches», al político trincón al «PILON».