Antecedentes.

Los bomberos/as forestales de la Comunidad de Madrid, gestionados por la empresa pública TRAGSA, llevan más de 17 años con un convenio colectivo caducado que garantice sus derechos laborales y condiciones dignas de trabajo. Desde 2008, este colectivo ha estado sometido a una situación de precariedad extrema, con salarios bajos, alta temporalidad y falta de medidas de protección frente a riesgos laborales, como la reconocida exposición a agentes cancerígenos. Un colectivo con una historia que se remonta al ICONA.

En 1984, las cuadrillas forestales, que eran personal laboral, pasaron a formar parte de la reciente creada Comunidad de Madrid hasta la creación de la Agencia de Medio Ambiente, en 1989.

Más tarde, se crea la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Regional, donde en 1997 se privatizaría y se adjudica el servicio a las empresas Talher y Dehesa, generando que compañeros y compañeras se quedaran fuera del operativo y se redujera el salario radicalmente. Este hecho ocasionó la pérdida de vinculación laboral con la administración y generó la precarización del servicio.

Al ver que la encomienda no cumplía con los objetivos , en 1998, se le retiró la adjudicación pasando el servicio a la empresa API-Floresur, actualmente INFOSA, y Matinsa, las cuales se mantuvieron hasta el año 2021, después de huelgas y protestas pidiendo un servicio público y de gestión 100% pública. En esta fecha la Comunidad de Madrid le da el encargo a la Empresa pública TRAGSA , perteneciente a la SEPI y vinculada históricamente al extinto Ministerio de Medio Ambiente y presidida por Jesús Casas, para la gestión del servicio hasta el día de hoy.

Temporalidad y salarios insuficientes Cerca del 50% de los trabajadores solo son contratados durante los cuatro meses de verano, la época de mayor riesgo de incendios forestales. Esta temporalidad no solo dificulta la estabilidad laboral y económica de los trabajadores, sino que también afecta a la eficacia de las tan necesarias labores de prevención y extinción de incendios, máxime con la alta desestacionalidad de los incendios y la incapacidad de atención a las contingencias en el medio natural y rural. Además, las emergencias climáticas son ya una realidad, que ponen en jaque la seguridad ciudadana y de nuestras poblaciones, y todo ello sin tener en cuenta que los salarios y derechos del personal Bombero Forestal está lejos de la peligrosidad y responsabilidad que ello implica acumulando una pérdida de poder adquisitivo de casi del 24% desde 2012

Falta de protección frente a riesgos laborales Uno de los aspectos más preocupantes es la ausencia de un plan de evaluación de riesgos laborales específico para la exposición a agentes cancerígenos, a pesar de que los bomberos/as forestales están constantemente expuestos a humos y sustancias tóxicas durante las labores de extinción de incendios y prevención. Esta falta de protección pone en grave riesgo la salud de los trabajadores y evidencia el desinterés de TRAGSA y la administración por garantizar condiciones laborales segura s contraviniendo el Real Decreto 612/2024, de 2 de julio, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo, además de contar con estudios que lo avalan y diversas resoluciones de la inspección de trabajo en otras CC.AA.

Bloqueo del encuadramiento profesional La administración ha mantenido bloqueado el encuadramiento profesional de los Bomberos Forestales tal como establece la Ley 5/2024, lo que impide su reconocimiento como profesionales especializados en la extinción de incendios, así como en otras emergencias climáticas, Filomena (2021), DANA de Madrid (2023) o la de Valencia (2024), así como las labores de prevención contra incendios forestales para proteger las poblaciones y urbanizaciones de la Comunidad de Madrid. Este bloqueo no sólo limita sus derechos laborales, sino que también dificulta su desarrollo profesional y la mejora de sus condiciones de trabajo.

Actuaciones esenciales y reciente Ley de Bomberos Forestales En un contexto en el que la reciente Ley de Bomberos Forestales supone un paso adelante en la regulación del sector, es inaceptable que en la Comunidad de Madrid se siga sin abordar la negociación de un convenio que dignifique las condiciones laborales de estos profesionales y desarrolle la norma como estipula la legislación, quedando dicha ley en “papel mojado” permitiendo que personal con 64 o más años pueda estar en primera línea de fuego al no reconocer una segunda actividad o los coeficientes reductores de la edad de jubilación.

Desde el colectivo de Bomberos/as Forestales exigen a TRAGSA y a la Consejería de Interior, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio dirigida por el consejero Carlos Novillo, titulares del servicio, que desbloqueen las negociaciones y avancen en la mejora de sus condiciones laborales y profesionales. Su trabajo es esencial para la protección del medio natural, el entorno rural, y por tanto de la seguridad que por derecho tienen los ciudadanos y aseguran que no pueden seguir operando en estas condiciones de precariedad y falta de reconocimiento.

Llamamiento a la acción Los Bomberos/as Forestales de la Comunidad de Madrid exigirán:

1. La negociación urgente de un convenio colectivo que garantice sus derechos y mejore sus condiciones de trabajo.

2. La reducción de la temporalidad y la creación de empleos estables durante todo el año. 3. La implementación de un plan de evaluación de riesgos laborales que incluya la protección frente a agentes cancerígenos.

4. El desbloqueo del encuadramiento profesional y el reconocimiento de su labor especializada.

5. La aplicación efectiva de la reciente Ley 5/2024 básica de Bomberos Forestales, de 8 de noviembre.

Este colectivo, esencial para la protección del medio ambiente y la seguridad ciudadana, no puede seguir siendo ignorado. Es hora de que TRAGSA y la Comunidad de Madrid den un paso al frente y resuelvan una situación que lleva demasiado tiempo sin solución es, de manera que se pueda proporcionar un mejor servicio a los madrileños y madrileñas.