Asociación de Vecinos y Propietarios de Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias

El Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias (CBEP) representa una anomalía en el contexto español y europeo. A pesar de no estar vigente oficialmente, su aplicación irregular para 248 bienes ha generado una situación de incertidumbre jurídica para los propietarios, frenado en seco la actividad inmobiliaria y ha desvalorizado el patrimonio local.

  El origen de esta problemática es y se remonta a la falta de actualización del catálogo, según norma antes de 2013 (Alcalde Sr. Hernanz, arquitecto el actual), lo que llevó a que la Comunidad de Madrid asumiera esta tarea de manera unilateral y arbitraria. El resultado fue un listado excesivamente amplio, 248 bienes catalogados, lejos de la realidad a la vista y poco riguroso, que ha generado un número desproporcionado de inmovilizaciones y ha perjudicado y perjudica la actividad económica del municipio, que ya supera las 80 ruinas.

  Para que se entienda el negativo impacto de aquella “inacción”, ponemos de relieve ejemplos de varios alcaldes de la zona que antes de la fecha límite de 2013, conscientes del problema que se les venía a encima a sus pueblos, ayudaron a sus vecinos a convertir pajares en viviendas, siendo ahora ejemplos de pueblos bonitos y vivos, mientras que el nuestro tiene más de 80 ruinas y una carencia de vivienda enfermiza. 

Un ejemplo de la falta de rigurosidad del CBEP es la ubicación de la Iglesia de San Nicolás de Bari:

  La comparación con otros municipios de la zona e incluso con europeos, como Sarlat-la-Canéda, nombrado por “National Geographic” el Pueblo más bonito de Europa, con 65 edificios protegidos, pone de manifiesto la desproporción del CBEP y la necesidad de replantear desde cero su elaboración. 

  La solución inmediata es dejar de aplicar un CBEP y su contenido, que no están en vigor y la elaboración de un nuevo catálogo, desde cero, que deberá contar con la participación ACTIVA de los vecinos y propietarios y sus asociaciones, garantizando así la transparencia, fidelidad con la realidad y la legitimidad del proceso. 

 Recordemos que todavía no se han respondido las alegaciones presentadas por propietarios, que tuvieron un coste para ellos, lo que supone, además de una total falta de respeto a estos, una irregularidad en el proceso, a no ser que, como la realidad recomienda, se empiece un CBEP desde cero completamente nuevo, lo que no significa perder lo hecho, como se pretende hacernos creer.