La reforma del Consejo de la Juventud: un golpe a la independencia representativa en favor del control institucional

La Comunidad de Madrid ha anunciado la modificación estructural del Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid (CJCM), en el marco de una nueva propuesta de ley para la supuesta mejora de la gestión pública. Según lo estipulado en esta normativa, el Consejo será reemplazado por un órgano colegiado con cargos dependientes directamente de la Dirección General de Juventud. Esta medida ha sido presentada bajo la justificación de “la racionalización del gasto y mejora administrativa”.

Aunque el gobierno madrileño sostiene que la creación de este nuevo órgano garantizará la pluralidad de la juventud, desde el CJCM ya existen los mecanismos democráticos y de representatividad para que cualquier asociación juvenil o joven pueda expresar y participar libremente. Pensamos que este cambio no es más que la búsqueda de callar cualquier voz disonante dentro de un órgano de la Comunidad de Madrid y sospechamos que tengan la intención de controlar por completo a todos sus representantes siendo elegido de manera no democrática.

La eliminación del CJCM llega en un momento en que la participación juvenil es crucial para abordar retos como el empleo, la educación y la vivienda. Es fundamental que se mantengan espacios autónomos de participación juvenil donde nos podamos expresar sin ser coartadas. Este nuevo formato podría limitar la capacidad de los jóvenes para incidir en las decisiones que nos afectan directamente.

Desde su reapertura en 2018, el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid (CJCM) ha sido una plataforma clave para la representación y participación activa de los jóvenes madrileños en la vida política y social de la región. A lo largo de los años, el CJCM ha impulsado proyectos, políticas, informes, formaciones, eventos y reivindicaciones que reflejan las necesidades y preocupaciones de la juventud, convirtiéndose en un referente de pluralidad y diversidad. Sin embargo, con la propuesta de suprimir su estatus jurídico autónomo, se pone en riesgo todo el camino recorrido. El CJCM dejaría de ser un organismo independiente, lo que no solo debilitaría la capacidad de los jóvenes para influir en las políticas públicas, sino que también podría reducir la transparencia y participación real en las decisiones que afectan directamente a su futuro.

Esta noticia llega tras un periodo de lucha del Consejo sobre su presupuesto que había sido puesto en debate por la CAM. Ninguna de estas medidas o intenciones fue comunicada ni consensuada con anterioridad al CJCM y expresamos nuestra disconformidad con todo el proceso y las faltas de respeto hacia nuestra administración. Por ello, animamos a toda la juventud movilizada a quejar y a protestar por su derecho a la representatividad y a ser escuchadas.